Estado absoluto, gran estafa

Diario Expreso

“En el siglo XX, la Unión Soviética adoptó el papel del Estado absoluto que
convirtió a la economía soviética en un sistema totalmente incompetente”.
“Aprender esta lección nos costó muy caro” y “estoy seguro de que nadie quiere
que se repita”, dijo el 28 de enero de 2009 Vladimir Putin, primer ministro de
Rusia, al inaugurar el Foro Económico de Davos “Modelando el mundo de la post
crisis”, ante 2.500 delegados de 100 países y 40 jefes de Estado, para debatir
los rescates estatales financieros. Alertó de los peligros del socialismo, el
keynesianismo y el militarismo,
“Una intervención excesiva en la actividad
económica y la confianza ciega en la omnipotencia del Estado, es decir teorías
socialistas, son otro gran error”, dijo.

En crisis algunos gobiernos se
ven tentados a ampliar el poder y el papel del Estado y tomar medidas simples y
populares en la economía.

“No hay ninguna razón para creer que podamos
lograr mejores resultados al trasladar la responsabilidad al Estado”. El
incremento injustificado del “déficit presupuestario” y la acumulación de la
deuda pública “son destructivos”.

“En aplicación desmedida de la teoría
neoclásica o keynesiana, con la excusa de rescatar los mercados financieros, los
sectores del automóvil o la construcción, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña,
España disparan el gasto público.

“El keynesianismo militar para
levantar su economía de la recesión exprimirá enormes recursos financieros y
otros recursos de la economía en lugar de encontrar mejor y más prudente uso de
los mismos”.

“Obama votó otro plan de rescate de $ 789.000 millones que,
con el Plan Paulson de $ 700.000 millones, suman dos billones de dólares.

El fundador del partido comunista del Perú, Eudocio Ravines, (1897-1979)
de la cúpula mundial roja en Moscú, ex comisario político del Kremlin en España
que, según decía, “limpió las filas republicanas de la basura capitalista”,
abandonó las filas comunistas “para que la gente abra los ojos”. La economía
mixta (Keynes) introduce el totalitarismo.

“Permitir que los militares
roben en el gobierno y puedan hacer toda clase de negocios lícitos e ilícitos
fue la doctrina política lanzada desde la URSS”, afirmó.

“La alegría me
estallaba dentro porque me marchaba del país del socialismo, adonde llegué la
primera vez con unción y favores de cruzado. Esa alegría era el funeral de mi fe
y el saludo a la libertad. Iba a volver a ser libre, pero no bajo el socialismo,
sino en el mundo capitalista al que tan fieramente había combatido. Iba a saltar
la línea que separaba a los dos mundos y la idea de ese salto sacudía la ínfima
partícula de mis nervios”, dijo.

Fue asesinado al retornar a México, dos
días después de dictar una conferencia en Guayaquil. En 1952 dijo que el
socialismo es “La gran estafa”. Para Mao Tse Tung era “la revolución cultural”.
Para Rafael Correa Delgado es “la revolución ciudadana”.

El gato hambriento

Diario Expreso

La “obra pública” que promueve el barón ingles Lord Keynes (1883-1946)
es aquella que, para reactivar la economía imprime (falsifica)
billetes, y pone a cien hombres a hacer zanjas o huecos y a otros cien
a taparlas para que, con lo que el gobierno les pague, aumenten su
consumo y generen “demanda agregada”.

La obra pública que reconstruye y mantiene ciudades y se realiza con
menor inversión en burocracia (80/20) no es la sugerida por Keynes.
Quienes no han leído a Keynes y los neokeynesianos aúpan a los
políticos devaluadores. Las recetas temporales de Keynes, distorsionan
los precios relativos.

Keynes es el inventor del “consumismo”. Cuando los ciudadanos consumen
con su propio dinero son criticados. Pero si quien gasta (consume) es
el Gobierno, con el dinero (ajeno) de los contribuyentes, es válido. La
receta keynesiana y el “curso forzoso” generan inflación e “ilusión
monetaria”. Induce a gastar más de lo que se gana. Degradan la moneda y
causan obesidad estatal. La quiebra económica y el deterioro moral
invaden a la sociedad. Si el gobierno reduce sus ingresos, sea del
petróleo o tributario, no debe gastar (inflar el gasto público, es
decir inflación) más de lo que recauda. Esto genera déficit fiscal que
se oculta con mayor inflación. Es el más terrible tormento de los
pobres y desempleados.

El “curso forzoso” del sucre y las dispendiosas políticas públicas,
financiadas por el petróleo, la demagogia y el peculado resultante,
reventaron la economía en el siglo XX. “Los gobiernos siempre
financiaron sus déficits emitiendo dinero (esto no fue un invento de
Keynes)”, dijo Juan Carlos Cachanosky (Phd en Economía). La moneda
argentina, asfixiada por la híper inflación del gasto público compraba
un dólar con 170.000.000.000.000.000.000.000 de pesos.

Alemania y Austria eliminaron el “curso forzoso”. La convertibilidad
las convirtió en las monedas más estables de Europa. Si el gobierno
“impone” su manera de pensar vivimos una sociedad compulsiva.

En una sociedad libre “nadie” puede hacer a través del Estado lo que no
puede hacer en forma personal. Si no se respeta la libertad del
ciudadano de elegir la moneda con que quiere realizar los intercambios,
las agresiones a través del Estado se institucionalizan.

Al imponer por la fuerza su voluntad, revierte la razón de ser del
Estado, que es impedir la violencia entre grupos.

El curso forzoso (imposición) obliga a las personas a usar un dinero
que se desvaloriza y privilegia intereses creados, públicos y privados.
Por eso la gente elige comprar dólares para protegerse de la pérdida de
valor de la moneda nacional. La compra de dólares no es la “causa” de
la devaluación de la moneda nacional sino la “consecuencia”. El dólar
más estable es un refugio para protegerse de la inflación.
“Confiarle el dinero al gobierno es como confiarle nuestro canario a un gato hambriento.” dijo Hans F. Sennholz (1922-2007).