Lecciones comerciales desde niños

Niños empresarios y el trueque

Escrito por Richard Ruiz para Revolución Libertaria

Uno de los problemas actuales de nuestra economía es la falta de pequeños empresarios y la falta de creatividad en el mercado. Por alguna razón la idea de pequeños empresarios me hace pensar, y de alguna forma asimilarlo a los niños. Y tomando una taza de cafe me di cuenta, bueno en realidad recordé que cuando niño había solo tres formas de adquirir algo que quería.

Vender (mis juguetes u otros accesorios, video juegos, etc.)
Trueque (Intercambiar mis juguetes o video juegos por otros)
Papá/Mamá (La forma mas agradable por que no perdía nada y adquiría lo que deseaba

Considerandolo, ahora que soy un adulto las cosas no han cambiado mucho, no solo yo pero todos hacemos lo mismo vendemos nuestra labor, intercambiamos con nuestros amigos o pedimos; pero no pedimos a nuestros padres por que entendemos que ya estamos “grandecitos” para ser independientes. ¿Somos realmente tan independientes como creemos? La respuesta es no, de alguna forma u otra nos enmancipamos de nuestros padres, pero, solo hemos cambiado de tutor ahora se depende de el gobierno, cada vez que papa gobierno no nos da la que queremos cambiamos de tutor, claro que los padres no siempre pueden darnos porque nos darían mal ejemplo y claro esta no se puede sobrepasar el presupuesto. Los padres mantienen cierta autoridad sobre nosotros cuando nos mantienen, claro está nos están dando alojo, comida,vestimenta y quizás algo para divertirnos. Obviamente hace sentido, si se le debe algún tipo de respeto por lo mismo. Imagina si tu mantuvieras a tus padres, y no sólo tú sino todos tus allegados, ¿haría algún sentido mantener a tus padres como figura de autoridad? No, tú eres la autoridad, tu los sustentas, ellos deberían estar agradecidos y respetarte por lo mismo. Este es el caso del Estado, lo sustentamos, pagamos contribuciones (en todo caso nos quitan dinero sin consentimiento), nos obliga a obedecerle y cuando le exigimos algo en la mayoría de los casos se nos niega.

Al igual que la idea de que nuestros padres nos sustenten suena como una bonita opción, una opción que no requiere esfuerzo ni trabajo, pero es una opción que conlleva al detrimento social y económico. La pregunta sin duda es a quien culpar, la respuesta es sencilla, culpemos a nuestros padres por mal acostumbrarnos por hacernos sus dependientes y no sus colaboradores, por vendernos idea de las cosas sencillas. Culparlos por cada vez que queríamos algo e íbamos a cambiarlo por algo que queríamos nos decían “no hagas eso”, y nunca pudimos aprender a hacer un trueque efectivo, por no dejarnos fallar, por no permitirnos ser los negociantes que con inherentemente somos. Nunca aprendimos a tomar malas decisiones, nunca hicimos algo mal por que no se nos permitió y con el tiempo perdimos la oportunidad de aprender el valor del trabajo, del riesgo, el incentivo ni del negocio. Perdiendo así la capacidad para usar la creatividad para generar ingreso, lograr nuestras metas y obtener lo que deseamos. Nos hicieron realidad de un molde para el Estado, para que nos manipularen y nunca lograr verdadera independencia. De la misma forma que nuestro padre quieren mantenernos dependientes para tenernos bajo su regazo, el estado nos quiere mantener dependientes para mantenernos debajo de su puño opresor.

Es cuestión de dejarles un legado a las futuras generaciones, el legado de ser independientes, el legado de la libertad y el trabajo sacrificado. De esta sencilla manera darle comienzo a un futuro en en que todos podamos disfrutar de una sociedad verdaderamente libre y responsable de sus propios actos, la revolución por la libertad no comienza en las calles, comienza en la casa, comienza delante al primer ” Estado” al cual nos enfrentamos en nuestra vida, sin duda, hay que cambiar la estructura familiar con forma de estado y darle forma de una empresa, de una cooperativa en la cual todos trabajan por un bien propia y se manifiesta para un bien común.

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El pantano de Atenas

Escribo unas breves líneas al post de ABA sobre la crisis financiera de Grecia. Si mi compañero de blog revisa aunque sea de pasada el libro-imvestigación (que sospecho le puede gustar mucho) de Charles Adams llamado «For Good and for Evil» http://amzn.to/9TcJfD se encontrará con que sin importar el nivel de recaudación tributaria, las clases gobernantes en la historia humana han dejado de gastar por encima de su capacidad.

Culpar a los griegos que esconden sus piscinas de un impuesto a las piscinas (?) y a otros propietarios privados, de que no se dejan expoliar lo suficiente, resulta a la vista del libro de Adams y análisis similares, una broma de mal gusto. Llamarles «sapos», es decir corruptos, es poner el mundo patas arriba.

Dado que cualquier bien puede ser o bien financiado exclusivamente por quienes lo consumen (TVCable no ofrece sus canales a quienes no se suscriben); conjuntamente por consumidores y free riders (un mall no discrimina entre compradores y no compradores para dejar entrar a su espacio agradable y limpio) o comunitariamente por bona fide (muchas ciudades-estado griegas construian puentes y parques com aportes de filántropos y usuarios por partes desiguales y ganando prestigio), la excusa de los políticos griegos de tener que ofrecer X o Y servicio, se desmorona.

Pero si además el prof. Steve Hanke de Johns Hopkins tiene razón con su principio 2x (todo bien provisto por el Estado le cuesta a la sociedad el doble que de si fuera gestionado por la sociedad civil), el déficit griego sólo tiene por culpable a la carroñera clase política (sugiero al lector averiguar el número y calidad de los vehículos de los funcionarios en Grecia y compararlos con los de Suecia u Holanda).

Una clase política carroñera, algo usual en la historia humana, que contamina de irresponsabilidad y cortoplacismo al resto de su sociedad desde su pantano.

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Por qué los Estados no deben recopilar estadísticas (substitulado: hay que cerrar el INEC apenas cambien los vientos políticos)

Por qué los Estados no deben recopilar estadísticas: cuando lo hacen retrasan el desarrollo de un país a la mitad o a la tercera parte en ritmo de despegue si es que lo permiten para empezar y no lo entorpecen enteramente. Veamos este claro caso en contraste con nuestros "planificados paises".
La razón es simple: el cálculo económico (la asignación racional de recursos) se entorpece en ausencia de precios reales que permitan una adecuada imputación de valor de los bienes de consumo a los de producción (ver Mises, Bohm-Bawerk) y generalmente esas intervenciones estatales proceden de la información estadística usada para supuestamente subsanar problemas. Pero el problema casi siempre es alguna intervención estatal previa causando desigualdad, bajo crecimiento, privilegios, etc.

Dicho de modo más sencillo: cuando el Estado planifica, impide la planificación individual y localizada, donde se conoce realmente de recursos, talentos y dificultades. Pero además, cuando se planifica por encima de los planes de cada propietario privado (de su cuerpo y sus bienes materiales), se viola el derecho de propiedad. No sólo el robo viola el derecho de propiedad: la planificación -y el intervencionismo en general- también lo hace decisivamente. Eso trae efectos económicamente destructivos y eticamente desmoralizantes.


Es hora de volver al oro

Si queremos evitar recesiones con 20% de desempleo en España y dos dígitos en los EEUU, con gente durmiendo en tiendas de campaña en pleno Primer Mundo luego de perder su casa (mientras que el eternamente inepto Paul Krugman nos dice que necesitamos otra burbuja artificial que destruye riqueza al mal asignarla), es hora de regresar a una forma de dinero real. El problema con el dinero fiat (existente por decreto, como en el bíblico fiat lux -hágase la luz- en este caso hágase dinero) es que al ser inyectado al sistema bancario genera booms sectoriales y globales que luego implican una recesión para sanear tanta mala asignación de recursos inter-sectorial e inter-temporalmente. Los booms de aparente crecimiento exagerado en realidad son espejismos productivos, y su costo es altísimo durante y después.

Los gobiernos siempre han tratado de manipular el dinero, pero el oro representaba la protección de las grandes mayorías frente al saqueo disimulado de las élites financieras. Finalmente, el mainstream discute el tema con la seriedad que merece, abandonando las falacias keynesianas al respecto. Es hora de volver al oro.

¿Tiene «legitimidad» el socialismo que proponen?

Ya que las normas lógicas, razonadas y razonables, de la ética (derechos individuales, debido proceso, etc) les son irrelevantes a los socialistas, vamos a discutirles en su propio terreno (supuesta popularidad entre las masas) la "legitimidad" de su proyecto de reformas:

El candidato Correa obtuvo un aplastante 55%: Falso

Tiene el 55% de los
votos válidos, que en mi junta (9, de Cumbayá) fueron 151 de 200. Si tuvo 75 votos de 151, es 50% (mujeres de
Cumbayá, hombres 64),

Pero si son 75 de 200, es 37.5% nada más.

Un tercio quiere falso profeta, otros dos tercios son agnósticos o espíritus independientes.

¿Hay consenso, mayoría o "legitimidad" para el socialismo? En la misma medida en hay lógica y rigor importan en un libro de Eduardo Galeano. No hay.