¿y quién le contesta a Paco Velasco?

¿Nos morimos de miedo? Tal vez el temor, no 100% infundado, de que un tipo de las características de Paco Velasco arme una turba de machetes y antorchas y recorra la ciudad hasta llegar a nuestra casa y la incendie, con la sola excusa de que somos unos hijos de puta como alguna vez llamó a un ex presidente de, ahora, no tan ingrata recordación, hace que la indignación sea velada, que la furia y la impotencia se solapen y se mantengan dentro de casa y que nadie comente sobre la falta de ética, el abuso de una frecuencia que es de todos para promocionar intereses particulares y las continuas faltas de respeto a ciudadanos de toda clase y condición, cuántas incluso delitos tipificados, que perpetra día a día el "comunicador" de marras.
Paco Velasco no mide sus palabras. Es un bocón y se apoya en su radio, en una frecuencia tan del Estado como la de cualquier otro canal o estación, para insultar, agraviar, ofender y calumniar. Sí, Paco Velasco es, entre tantas de sus cualidades, un tipo mentiroso. Y nadie le contesta.
Nadie le hace reflexionar seriamente sobre temas económicos, sino que escupe sus creencias con total impunidad. Nadie le conmina a no insultar, y nos ofende a cada instante. Nadie le invita a analizar la "libertad" de que goza para agraviar ni la igualdad de derechos que tienen él y los demás empresarios de la comunicación. Aunque le duela, el tipo es un empresario de la comunicación, de esos, con diferente matiz pero igual fondo, que utilizan su micrófono y las ondas radiales para impulsar intereses personales. La ética periodística parecería que quedó en un cajón ahora que es candidato y se promociona alevosamente en su radio.
Y nadie le contesta.
Tal vez esa es una diferencia radical. Cuando a él no le gusta algo, organiza linchamientos públicos, entre otras cosas. Cuando a nosotros nos indigna su grosería y su falta de respeto, invocamos su derecho a opinar y expresarse, callamos y no hacemos una pira del edificio de radio La Luna, aunque algunas veces, sobradamente, se lo merezca.

El país de «yo sé más que vos»

El "H" Jorge Sánchez, se atreve a decir que puede debatir en cualquier momento con Mauricio Pozo, aún sin ser economista, con el argumento de que está defendiendo el interés de los más pobres. No le importa el criterio técnico sino su convencimiento de que hace bien. Aún asumiendo su buena intención, la cual hay que acreditar, el argumento no es suficiente y su supuesta defensa de los más pobres termina siendo flaco favor. Sánchez no lo sabe.
Xavier Bonilla, de fino humor, certera pluma y mortífero dibujo, más conocido como Bonil, afirma categóricamente que es "falso que la nueva ley ponga en riesgo el sueño de la casa propia". De lo que yo sé, Bonil, en su mordacidad, tampoco es calificado como para emitir semejante criterio, especialmente para influir como lo hace sobre la opinión pública en un momento de tanta importancia porque la ley de marras definirá por un lado el inicio del control de precios del gobierno marxista leninista correista y por otro el fin del acceso al crédito y de las inversiones como las conocíamos.
Es que este es el país del "yo sé más que vos". Acá todos se sienten calificados para emitir criterios, dar opiniones, analizar y diagnosticar. ¿Será que uno de los problemas nacionales es que no somos lo suficientemente humildes como para aceptarlo?

Marx (Groucho, Carlos y Carrasco)

Carlos Marx. Apropiado nombre para un recaudador de impuestos. Tal y como las teorias marxistas (de Carlos el viejo) han sido refutadas y pertenecen a un ambito mas acorde con otro Marx (Groucho), ahora el trabajo del Carlos local (Carrasco) puede ser facilmente argumentado.
Curiosa idea aquella de los impuestos. Buscan financiar al Estado y terminan financiando obras mas mundanas. Generalmente aquellas obras "civiles" en propiedades de propiedad de quienes tienen la propiedad del Estado.
Nuestra economia se encuentra ahora altamente susceptible a la ira de Marx (Carlos el original). Parte integral de su teoria consiste en eliminar el capitalismo tasandolo. Parte integral de la teoria de Carlos el local es generar recursos mediante impuestos.
Aparentemente, ahora don Carlos el local quiere hacer la de Carlos el viejo. Lo grave son las implicaciones. Pero en eso ambos Carlos hacen caso omiso de las consecuencias. Impuesto a los cigarrillos. Del 98%. Gran idea, diran algunos. Dejaran de fumar, diran otros. Que buen gobierno, diran aun muchos mas. El cabo suelto es el consumo.
El mercado tiene esos caprichos. Por alguna razon, ciertos precios elevados tienden a reducir ciertas demandas. Los impuestos elevan los precios. Y reducen la demanda. En este caso de cigarrillos. Tanto la pueden reducir, no solo porque la gente abandone el vicio, sino por el contrabando, que comprometan la rentabilidad de la susodicha empresa. Hasta aqui ambos Carlos deben regocijarse. Sus ideas en funcionamiento, debe causarles orgullo. Pero el tema sigue siendo el cabo suelto. 500 obreros en una fabrica y 2000 proveedores directos susceptibles al exito de las teorias marxistas (de ambos).
Tal exito radica tanto en la subida de impuestos y la eliminacion del capitalismo.
Ojala algun Marx se apiade de esos 2500 desdichados. Ojala su ultima historia no termine en su patetismo siendo digna de que la cuente otro Marx (Groucho).

Panem et Circenses

Qué
lindo vamos a pasar en este nuevo gobierno. Ahora resulta que dizque viene el
bocón de Miraflores a la transmisión de mando con 60 tipos para protegerle. El que nada debe nada
teme. Ojalá no se queden aca, y continúe la invasión de tropas
extranjeras que empezó en Bolivia la semana pasada.
Comparece
también, siempre tan cercanos, tan amigos, el presidente de Irán
Mahmoud Ahmedinejad. Qué festivo va a estar todo. La Mónica Chuji ya está
aprendiendo Farsi y seguramente pronto pasará un proyecto de ley (o un
decreto, porque el Congreso aparentemente es ilegítimo) que elimine el
castellano como idioma oficial e instaure la lengua persa. De todos
modos ella habla otro idioma siempre, sin importar que 12 millones no
lo hablemos, así que no creo que vaya a haber mucha diferencia.
El Ollanta
Humala también dice que quiere venir. Qué chévere fiesta se va a armar.
Uy, mejor no digo "armar", les vaya a dar ideas a estitos, que cargan
unos antecedentes…
Otros que también vienen ojalá dejen de ser fachosos y se pongan
corbata. Aunque se ven distinguidísimos vestidos de priostes y les
encanta diferenciarse por sus floridos sacos de lana. Luego le vayan a
confundir al Evo con uno de los que protestan afuera. Y si le preguntan
no ha de saber qué mismo está pasando. Y ahí si que le han de confundir
con uno de los amotinados, porque ellos tampoco tienen idea de por qué
protestan.
Y, eso sí, ojalá no vengan más de los miembros de ese club
del Mahmoud, del Ollanta y del Gorila de Barinas. El Congreso va a parecer cuartel
general de la mafia, el día 15. Aunque al fin y al cabo siempre es
medio cuartel general de la mafia, el Congreso. Mejor que se vayan
todos. Y que no vengan terroristas, que se mantengan lejos los
dictadores, que no asomen los represores y mejor que no acudan algunos
ladrones. Aunque todos se hagan llamar "Presidente", mejor que
algunitos no vengan. Pero qué se le va a hacer, si todos han sido
amiguísimos del Subcomandante. Igualitos han de ser. Pero no importa,
él es bueno y sonríe.
Felices 4 años, Ecuador, al menos no faltará pan
ni circo.

Honorable se nace, no se hace

¿Qué se sentirá no tener honor, aunque la ley diga lo contrario? Seguramente las horas del día son insoportablemente dolorosas para quien se ve devorado lentamente por la angustia y el pánico de tener que enfrentarse al espejo y constatar, día tras día, que es un ser insignificante, cuyo propósito en la vida es ver la paja en el ojo ajeno y jamás ver la viga en el propio. Y hablando de paja, ¿será inmune también a su conciencia quien tiene, sin lugar a dudas, un gigantesco rabo de paja?
¿Qué se sentirá terminar con carreras, destrozar vidas bien llevadas y casi matar a un hombre honesto para callar las voces de su conciencia con mentiras y dechados de ignorancia propia de quien sus limitaciones le impidieron jurar la bandera? Una entrevista de 5 minutos, un careo en la radio, un poco honroso favor popular o un “heroico” robo de información confidencial del Estado, aunque tuvieran diez, cien, mil vidas, intrascendentes y desesperantes como la que hoy tienen, no alcanzarán para llegar a los talones de quienes ha querido destruir escudado en una inmunidad que es, al fin y al cabo, lo único que tiene. Quienes ha injuriado, tienen su integridad espiritual y les resbala. Quienes ha destruido, tienen su conciencia tranquila. Quienes ha vilipendiado tienen su moral intacta. ¿Qué se siente, señor, el no tener integridad, estatura moral ni conciencia tranquila?
Estoy convencido que quien apacigua su conciencia negra, insufrible, pesada y omnipresente destruyendo lo que otros han creado, quien es peón de quienes han saqueado, quien se regocija acabando con la honestidad, quien ha hecho del lamento, del chillido, de la boca grande y mentirosa una forma de vida y de subsistencia y quien a diario desgasta y entierra sistemáticamente el honorable epíteto que la ley le confiere, lo hace por lo minúsculo de su existencia y por una necesidad irresistible, imperiosa, determinante de ser visto, de ser oído, de convencerse a sí mismo de que uno no es tan mediocre y diminuto como a diario lo confirma el espejo.
¿Cómo será constatar todos los días que se es menos que los demás (que todos los demás)? ¿Qué se sentirá tener que destruir para sentirse un poco más humano? ¿Qué se sentirá el abusar del poder para darle sentido a una vida insignificante? ¿Cómo dolerá el pavor de verse al espejo y toparse cara a cara con un rufián envejecido, intrascendente, sin logros, sin moral, sin respeto y sin sentido?
¿Qué se siente, “honorable”?