Viviana María, de Argentina, me envió estos pensamientos. “Cuando niña, los
ladrones parecían ladrones. Ahora son con traje y corbata, asesinos con cara de
ángel, pedófilos de cabellos blancos.
Nuestra única preocupación sobre
la seguridad era que de los cines nos expulsaran por los golpes que dábamos con
los pies en el suelo porque al inicio ponían cierta música.
Madres,
padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos, eran autoridades dignas de respeto y
estima. Cuanto más próximos o más viejos, más afecto. Inimaginable responder
maleducadamente a policías, maestros, ancianos o autoridades.
Confiábamos
en los adultos porque todos eran padres y madres de los chicos y chicas de la
cuadra, del barrio, de la ciudad. Teníamos miedo a lo oscuro, a los sapos, a
filmes de terror.
Siento una tristeza infinita por lo que perdimos. Por
todo lo que mis nietos temerán. Por el miedo en la mirada de niños, jóvenes,
viejos y adultos.
Matar a los padres, a los abuelos, violar niños,
secuestrar, robar, engañar, hacer trampa. No importa cuán grave sea. Termina en
banales noticias policiales, olvidadas después del intervalo comercial. Agentes
de tránsito multan a infractores. Son explotadores de la industria de las
multas.
Regalías en presidios. Derechos humanos para criminales. Deberes
ilimitados para los honestos. No tomar ventaja es ser pendejo. Pagar
puntualmente las deudas es de idiotas, pero no lo es la amnistía para
estafadores.
¿Qué nos pasó? Profesores maltratados en las aulas,
comerciantes amenazados por traficantes, rejas en nuestras ventanas y puertas.
¿Qué valores son esos? Autos que se valoran más que abrazos, e hijos que, por
pasar el año, los quieren como regalo. Celulares en las mochilas de los recién
salidos de los pañales. ¿Hijo, qué quieres por un abrazo? Más vale un Armani que
un diploma. Más una pantalla gigante que una conversación. Más un maquillaje que
un helado. Quieren tener más que ser. ¿Qué hogares son esos?
Jóvenes
ausentes, padres ausentes. Droga presente. ¿Qué es esto? ¿Cuándo fue que olvidé
el nombre de mi vecino? ¿Cuando fue que me cerré?
Quiero de vuelta mi
dignidad y mi paz. ¡Quiero libertad con seguridad! ¡Sacar las rejas de mi
ventana, para tocar las flores! Quiero sentarme en las noches en el patio, con
la puerta abierta. Quiero de vuelta la ley y el orden. Quiero la vergüenza y la
solidaridad. Quiero la honestidad como orgullo.
La rectitud de carácter,
la cara limpia y la mirada a los ojos. Quiero la esperanza, la alegría. Quiero
el retorno de la verdadera vida, simple como una gota de lluvia, limpia como un
cielo de abril, leve como la brisa de la mañana. Adoro mi mundo simple y común.
Volver a disentir de lo absurdo.
Tener el amor, la solidaridad y la
fraternidad. Indignación ante la falta de ética o de respeto. Quiero un mundo
mejor, más justo, más humano, donde las personas respeten a las personas.
¿Utopía? ¡No!
Comentarios a su entrega «El Orgullo de Ser Honestos».
Le saludo cordialmente, mi querido tocayo. La candidez de la dama Argentina que le escribe,»Viviana Maria….» La comparto totalmente. De hecho la falta de malicia, su sinceridad cuando nos describe las bondades que tenía la vida citidiana, cuando los ladrones, ladrones eran.
Eran la escoria, los últimos en la escala social. Fue una realidad secular y ecuménica en el continente. Las cosas han cambiado demasiado en nuestro siglo. Quiero ser puntual en este comentario y solo me voy a referir a un solo tipo de ladrón que a mi manera de ver hace daños terrible a toda la comunidad, para lo cual considero que hace falta una enmienda constitucional de todos los países para que admitan por lo menos el término al cual de inmediato hago referencia.
Por lo menos la constitución y las leyes hablan del ladrón y las penas por cometer tal o cual delito, pero no he visto en ninguna constitución penas para el «VIVO», ni siquiera lo mencionan.
La dignidad, la paz, la libertad, la seguridad, el respeto a la ley y el orden, la vergüenza, la solidaridad, la honestidad y el orgullo, la rectitud de carácter, la cara limpia y la mirada a los ojos. La esperanza, la alegría. El retorno a la vidala limpieza parece utópico volver a alcanzarlos si los medios de información social no dignifican su conducta amarillista y se dedican a su sagrada misión de , «informar» la verdad, verdadera,»formar» con la mayor entereza y «entretener», a la comunidad especialmente a los niños con esa candidez con la cual nos habla «Viviana Maria…..
Para que este siglo no nos arrolle debemos de volver al amor al prójimo, a la solidaridad y la fraternidad. Indignación ante la falta de ética o de respeto. Un mundo mejor, justo, humano,
Hoy en día aflora un nuevo arquetipo con el cual se denomina a lo amigo de lo ajeno. En realidad este Tipo de malhechor ha existido en todos los tiempos, sin embargo en nuestros tiempos cuenta con muy buenas herramientas, especialmente aquellas que dibujan la «realidad virtual”. Me refiero a esa especie de ladrón «SUMMA CUM LAUDE». Que llamamos «VIVO», que uno lo encuentra bien posesionado en la administración pública de cada país latinoamericano, en realidad es estudioso de todas las mañas ávidas y por haber ha cursado ininterrumpidamente todos los estudios en la Universidad Internacional del Hampa, han obtenido un promedio ponderado de veinte (20) puntos, calculado en base a todas las asignaturas cursadas reprobadas, ha sido aplazado en todas ellas :Ética, Moral, Luces…Honestidad, ha sido sancionados como corruptos, malversación y otros, se les otorga la mención «SUMMA CUM LAUDE» y el derecho a que se les abran las puertas de la administración pública de par en par. En Venezuela, mi país, es conocido mejor como «Pitiyanqui», Además se le da residencia “gratis” en las mejores ciudades del Mundo cuando dejan el poder, Especialmente de EEUU, para que viva gratis el resto de sus días, hasta que las tinieblas de la séptima paila del infierno los atraigan. tendrán preferencia para el ingreso al cuerpo docente del «G300», con su sede principal en la “Casa Blanca” de Estados Unidos, considerando la distinción mencionada como relevante credencial de mérito para ser respetado por todos los ampones del Mundo.
Publica: Rómulo López Navarro, La Vela Estado Falcón Venezuela.roanlopez@hotmail.es