Mientras nuestro gobierno habla del escudo, de poner a un cuy en lugar del condor, del imperialismo y de la larga noche neoliberal, otros paises se ponen las pilas. Cerca nuestro Perú y en el barrio latinoamericano, los paises del istmo centroamericano, incluso Nicaragua, dan la bienvenida a los yankees imperialistas que estan dando trabajo y han mejorado la situación de la región. Ojalá nos sepamos sacudir rápido de la larga noche del socialismo del siglo XXI para poder hablar en serio de lo que necesita nuestro país para salir adelante.
Istmo global
por Ricardo Castillo Argüello
Con su traje de lana y a rayas, el danés Morton Nygert parece un
ejecutivo de Wall Street y no un empresario haciendo negocios a 40
grados de calor en una capital centroamericana. Pero Nygert se instaló
en 2007 en Managua para liderar, como presidente ejecutivo, a las
legiones de agentes bilingües de Press 2, una empresa de tercerización
de procesos de negocios (BPO por sus siglas en inglés) en Managua. Con
sus socios dice haber llegado buscando conquistar una mayor
participación en el mercado entre las grandes multinacionales de
EE.UU., y combatir con más efectividad a sus rivales indios en el
negocio de outsourcing. “No tiene sentido estar al otro lado del mundo
cuando el 50% de este negocio está en EE.UU.”, dice el danés.
“Centroamérica tiene además mayor afinidad cultural con ese país y está
a menos de tres horas de vuelo de cualquier punto”.
La decisión de instalarse en Nicaragua se tomó en 2005, luego de que
sus investigadores de mercado pasaron seis meses estudiando posibles
sitios, en Medio Oriente, Africa y Asia. Pero al final recomendaron
Bolivia, Nicaragua y Haití. El país centroamericano fue el escogido
pues mostraba un mayor índice de educación entre gente desempleada en
un país empobrecido. “Con salarios más bajos que en otros países de
Centroamérica, el alto desempleo y con muchos nicaragüenses que han
vivido en EE.UU. y que están regresando al país, me pareció estar
pisando una mina de oro”, dice. “Hoy estamos contratando a 150
empleados nuevos y comprando otro edificio, porque con uno solo ya no
damos abasto”.
Nygert no es el único que ha descubierto el atractivo
centroamericano. Con un desempeño estable en los últimos años y un
comercio intrarregional más dinámico, el istmo es hoy blanco también de
inversionistas y empresarios provenientes de Pakistán, India, China,
Taiwán, Japón, Corea del Sur, América del Sur, Europa y EE.UU. Todos
buscan algo en común: una cabeza de playa en el istmo para triangular
su entrada al mayor mercado del mundo.
Más allá de las maquilas textileras, muchos empresarios han sido
atraídos por agro negocios, parques industriales de ensamblajes
electrónicos, centros de contactos (call centers), turismo residencial,
bienes raíces, y servicios de logística de transporte, por mencionar
algunos, para exportar a diferentes mercados desde esta región. Este
nuevo escenario es posible gracias a las políticas de atracción de
inversiones implementadas en todos los países. De hecho, Centroamérica
ha experimentado una importante transición desde exportar casi
exclusivamente productos agrícolas (café, banano, azúcar) y
confecciones, hacia exportaciones más diversificadas, como servicios,
frutas y vegetales procesados, maquinaria eléctrica, productos
químicos, equipos médicos y productos del mar.
“Igualmente atractivas se perfilan las posibilidades de inversiones en
infraestructura”, dice Mario Arana, director de la Fundación
Nicaragüense de Desarrollo Económico y Social (Funides). Según el
centro de investigación, la región requiere de inversiones de hasta US$
170.000 millones en los próximos 20 años, tan sólo para alcanzar la
competitividad actual de Corea del Sur. Esto abre oportunidades en
carreteras, puertos, aeropuertos y caminos rurales; energía,
telecomunicaciones, recursos hídricos y saneamiento ambiental.
Analistas de riesgo y de desarrollo de inversión explican que el
atractivo de Centroamérica aumentó con la ensalada de tratados que la
región ha firmado o está en proceso de firmar. Sin embargo, el cambio
más significativo experimentado en los últimos 10 años, dice un reporte
de la escuela de negocios Incae, “es la consolidación unilateral de su
comercio intrarregional”. Los cinco miembros del Mercado Común
Centroamericano (MCCA) acordaron en 1995 una reducción del nivel
arancelario externo común a un máximo de 15%. Hoy la región tiene uno
de los aranceles promedio menores en el mundo. “El mayor interés de
inversionistas y bloques comerciales en Centroamérica se debe a que las
condiciones de inversión y de intercambio comercial mejoraron con la
implementación del Cafta y la mayor integración”, dice Arana, sobre
este mercado de 40 millones, que ha crecido a un ritmo sostenido de 5%.
La unión aduanera eliminará aranceles a sus miembros, y los unificará
para los que no lo son. Pero el comercio intrarregional no ha esperado
la vigencia de eso para crecer. En 2007, las exportaciones dentro de
América Central fueron equivalentes al 35% del total de la región. A su
vez, la integración empujó los niveles de la inversión directa
extranjera en los últimos cinco años por encima de los US$ 9.000
millones. Aunque la mayoría proviene de EE.UU., las empresas locales en
franca expansión regional han irrumpido compitiendo por el mercado. Las
empresas de El Salvador, mayormente enfocadas en hoteles, franquicias
de automóviles y centros comerciales, son las que más invierten entre
sus vecinos, con un 60% del total. Costa Rica, seguida por Panamá, son
los más beneficiados como recipientes de IED.
En Costa Rica, las industrias de ensamblaje electrónico, fármacos y
desarrollo de programas de computación, siguen siendo favorecidas por
empresas como Intel, GlaxoSmithKline y el grupo Procter & Gamble.
En 2007, Intel, con HP y el grupo de productos médicos Allergan,
encabezaron una inyección total aproximada de US$ 1.400 millones,
equivalentes al 6,4% del PIB de Costa Rica, y equivalentes a US$ 320
per cápita.
En Panamá, las inversiones en infraestructura proyectan US$ 5.200
millones para la expansión del Canal, US$ 7.000 millones destinados a
una refinería, otros US$ 1.000 millones para expansión de puertos.
Otros proyectos en hotelería, construcción de oficinas y residencias,
pudieran añadir un poco más de US$ 10.000 millones.
Más que nunca, sin embargo, las corrientes de inversión reflejan los
cambios globales. Nuevos inversionistas procedentes de Asia y Medio
Oriente aparecen cada vez más en el istmo. La empresa de China
continental Hutchinson Whampoa ha invertido aproximadamente US$ 140
millones en la remodelación de varios puertos panameños, y ganó
contratos para manejar dos terminales de carga marítima en los extremos
atlántico y pacífico del Canal. De acuerdo a las autoridades portuarias
panameñas, en los últimos dos años el tráfico de carga comercial de
empresas chinas ha llegado a ser aproximadamente un 30% del total anual
que pasa por el Canal.
De la misma manera, los iraníes exploran construir un puerto de aguas
profundas en el Caribe de Nicaragua, y una represa hidroeléctrica en el
interior. Una mayor actividad de empresas pakistaníes en maquilas en
Honduras y empresarios de la India en call centers en El Salvador, son
signos de los tiempos para Arana. “Se comienzan a cruzar las
experiencias en desarrollo de indios con el costo de la mano de obra en
Centroamérica, ya que se ha incrementado en la India”, dice.
India y El Salvador actualmente mantienen un intercambio comercial de
sólo US$ 20 millones anuales. El gobierno salvadoreño ha aprobado la
construcción de un centro de tecnología de información con capital y
asesoramiento indios para outsourcing de procesos de negocios
corporativos y fortalecer así al sector de servicios que representa un
65% de la economía del país. De acuerdo a la agencia de promoción de
inversiones del gobierno, Proesa, ambos países exploran montar plantas
de ensamblaje de componentes electrónicos y repuestos automotores.
El acercamiento de India no es casualidad. El nearshoring se está
haciendo popular entre los gigantes tecnológicos de Silicon Valley y en
empresas en todo el mundo. Intel, HP, Dell y Acer, así como entidades
financieras, suplidores de productos médicos, buscan que sus ejecutivos
puedan atender y solucionar desde Centroamérica los problemas de sus
clientes.
Además, la población anglohispana de EE.UU. es un mercado cada vez más
atractivo. Según Zagada, una consultora de Miami que publica el Central
America Call Center Report, unos 21.000 centroamericanos trabajan en
174 call centers desde Guatemala a Panamá. Y estima que esta industria
crecerá a un ritmo de casi un 40% aproximadamente. Sólo HP anunció
recientemente la apertura de un nuevo call center en Costa Rica, donde
3.300 empleados proveerían soporte técnico para Norte y Sudamérica. HP
dijo que para 2008 espera contar con más de 6.000 empleados en Costa
Rica. No en vano, IBM, en su más reciente evaluación de las tendencias
globales de centros de negocios, situó a El Salvador y Costa Rica como
dos países con mayor potencial en Latinoamérica para convertirse en
hubs de servicios de negocios.
Todo este potencial no pasa desapercibido para empresas
latinoamericanas regionales que globalizan sus negocios más allá de sus
perímetros tradicionales. El acercamiento reciente de Brasil el año
pasado, cuando el presidente Lula da Silva visitó Centroamérica
buscando acuerdos comerciales, fue el primero de varios. Brasil quiere
expandir su presencia en esta región partiendo de su presencia
estratégica más importante: su alianza con El Salvador, donde Brasil
termina de procesar su alcohol en etanol, y desde donde lo exporta
hacia EE.UU.
Centroamérica también busca un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, que incluye un acuerdo de libre comercio.
Por su cercanía geográfica, y por haber sido el primer país con un TLC
con países de la región, México es el segundo inversionista después de
EE.UU. Según el Banco Mexicano de Comercio Exterior, la inversión
mexicana excedió en 2007 los US$ 5.000 millones, liderados por firmas
como América Móvil, Bimbo, Cemex, el Grupo Elektra, la embotelladora
Femsa y Grupo Alfa (hierro).
En textiles, los chinos pronto pondrán su marca. Según analistas como
William C. Gruben, director del Centro de Economía Latinoamericana en
Dallas, ya hay información de que China tiene planes de invertir en
textiles en Centroamérica. “Es muy probable que los chinos busquen
ventajas de precios al producir telas en México, confeccionarlas como
prendas en Centroamérica, a través de los TLC entre México y
Centroamérica, y luego, a través del Cafta, enviarlas a EE.UU.”, dice
Gruben. De a poco, Centroamérica empieza a recibir los beneficios de
integrarse al mundo.
Invertir en Cabo Verde
Cabo Verde, con 480.000 habitantes, mayoritariamente mestiza, tiene un sistema democrático parlamentario estable desde su independencia de Portugal en 1974. En 2007, más de 300.000 turistas visitaron el país, probablemente 320.000 en 2008 y se espera 500.000 en 2012. Su renta per cápita ha crecido un 96% desde el año 2000, se la ha admitido como miembro de la OMC y tiene el puesto 106 del Índice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de la ONU.
Su moneda, fabricada en Portugal, tiene una paridad fija con el Euro. De acuerdo con el Banco Central de Cabo Verde, su crecimiento económico es del 6,7% en términos reales. La crisis financiera e inmobiliaria internacional sólo parece afectarle en cuanto a una leve reducción de los ingresos de los emigrantes. En los tramos superiores del Índice de libertad económica de 2008, sólo constan Portugal y Cabo Verde entre los países de lengua portuguesa.
Hay al menos unas 500 empresas españolas invirtiendo en el país, y un número superior de empresas portuguesas. Al inversor exterior, la ley le concede una exención de tributación sobre beneficios y dividendos, durante 5 años, y siempre que sean reinvertidos en Cabo Verde. Pasados esos 5 años tributarían al 10% del Impuesto Único.
Como Presidente y CEO de un Banco Internacional de Cabo Verde tengo cierto conocimiento de las proyecciones futuras del país. Está apostando decididamente por el turismo, pero también por diversificar su economía en otros sectores, entre los que el financiero puede ser importante. Desea ser el centro de Banca Privada de África. Tiene algunos puntos fuertes para serlo, entre ellos su cercanía a Europa (comparado con los centros financieros del Caribe o Asia) y a Brasil, el que no es un paraíso fiscal, el no existir retención sobre el ahorro (a diferencia de los centros financieros europeos donde todavía existe cierto secreto bancario) y que, junto con las Islas Mauricio, sus niveles de corrupción son muy bajos. Por ello, ya algún Banco portugués a trasladado allí su back office bancario desde Portugal o las Islas Cayman.
Algunos Bancos de Inversión, entre los que se encuentra el nuestro (Banco Internacional de Investimentos), hemos realizado estudios sobre el crecimiento de Africa y los sectores más interesantes. Casi todos coincidimos en que el financiero está llamado a desempeñar un crecimiento muy importante en Africa, y en este sentido ya se han producido importantes operaciones de M&A.
Quizás Cabo Verde se convierta en el centro de wealth management de Africa, y con toda probabilidad de Africa del Oeste. Si a ello le añadimos un fuerte crecimiento en turismo, probablemente podrá competir en la próxima década con Madeira y las Islas Canarias en desarrollo económico.
Salvador Trinxet
Banco Internacional de Investimentos
http://www.bancoii.com