Asamblea millonaria

La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se ha convertido en la Asamblea millonaria, llegando a costarnos alrededor de 200 millones de dólares, presupuesto que pudo haberse destinado, según el ex vocal del Tribunal Supremo Electoral Marco Benavides, en mejorar la infraestructura de las escuelas a nivel nacional, o en mejorar los centros de salud de las capitales provinciales del país o en solucionar problemas de alcantarillado en “todas las ciudades capitales del oriente ecuatoriano”.

Se construyó Ciudad Alfaro, para luego escuchar que habrá Asamblea Itinerante. Si esto sucede, se confirmaría una cosa, se construyó un elefante blanco, ya que se trabajaría en el nuevo recinto un par de días (¿transmitirá solo el canal oficial?) para ir pueblo por pueblo, donde será toda una fiesta, evitando discutir profundamente los cambios constitucionales. En medio del bacanal se distraen los comunicadores, la mayoría aprobaría lo que se les ordene (a control remoto). Si esto no resulta efecto, podrían salir los vándalos de alquiler para protestar y atemorizar. Ojalá esto no suceda y degenere como ahora pasa en Bolivia, donde hay cuatro muertos, cuelgan y degollan canes (vídeo visto en El Federalista), generando un clima violento poniendo al país al borde de una guerra civil. El régimen chavista tiene su propio libreto.

El Estatuto para la ANC, luego que se aprobara por los manteles, queda como una oferta de campańa, cuando el Ministro de Gobierno menciona que las decisiones políticas no irán al referéndum ¿?. “La nueva Constitución ya está hecha, solo hay que venderla bien” fue anunciado por alguien que tiene importantes vínculos en las altas esferas del actual régimen. Aún así hay quienes viendo y oyendo lo que sucede no pueden aceptar lo que en verdad está sucediendo.

Un comentario sobre "Asamblea millonaria"

  1. Dan risa los indios bolivianos, matan a los dos perros más pequeños que pudieron encontrar, después entrenan para «presionar a la capital» agachando el lomo y haciendo katas. Por un momento me engañaron, pensé que sería como en Corea donde comen perro en el desayuno, el almuerzo y la cena.
    De ser asambleista, a mi tampoco me gustaría sesionar en «Ciudad Alfaro» con la gárgola de Alfaro observando todos mis movimientos. Lo bueno es que no tendrán que aprobar la constitución en un cuartel militar y sin la presencia de la oposición porque nuestra Asamblea es propiedad de APAIS.

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