El "H" Jorge Sánchez, se atreve a decir que puede debatir en cualquier momento con Mauricio Pozo, aún sin ser economista, con el argumento de que está defendiendo el interés de los más pobres. No le importa el criterio técnico sino su convencimiento de que hace bien. Aún asumiendo su buena intención, la cual hay que acreditar, el argumento no es suficiente y su supuesta defensa de los más pobres termina siendo flaco favor. Sánchez no lo sabe.
Xavier Bonilla, de fino humor, certera pluma y mortífero dibujo, más conocido como Bonil, afirma categóricamente que es "falso que la nueva ley ponga en riesgo el sueño de la casa propia". De lo que yo sé, Bonil, en su mordacidad, tampoco es calificado como para emitir semejante criterio, especialmente para influir como lo hace sobre la opinión pública en un momento de tanta importancia porque la ley de marras definirá por un lado el inicio del control de precios del gobierno marxista leninista correista y por otro el fin del acceso al crédito y de las inversiones como las conocíamos.
Es que este es el país del "yo sé más que vos". Acá todos se sienten calificados para emitir criterios, dar opiniones, analizar y diagnosticar. ¿Será que uno de los problemas nacionales es que no somos lo suficientemente humildes como para aceptarlo?