Quién mata al consumidor Por Alex Anazco

En estas elecciones uno de los candidatos se está olvidando de un elemento importante dentro de la economía, el consumidor. El estado a través de sus políticas proteccionistas, estado paternalista, economía planificadora o centralista perjudica a todo un conglomerado social, donde está incluido el consumidor y el empresario creativo (no el empresario sabido).

Una de estas políticas proteccionistas y nacional socialista es el salir de la dolarización, donde inmediatamente se tenderá a devaluar para ayudar a un poco de exportadores ineficientes y empresarios sabidos (¿financistas” del que sabemos?), perjudicando el poder adquisitivo del consumidor al ver como se podría volver a devaluar el dinero ganado con el sudor de la frente, cuando la inflación y tasa de interés se incremente debido a la desdolarización.

Otra de las políticas proteccionistas es el no firmar tratados de libre comercio. Una vez más el estado por medio de sus políticas torpes, ayuda a un sector perjudicando al consumidor. Las oportunidades que se presentan en los tratados de libre comercio deben aprovecharse. ¿Porqué?. Si el gas subsidado (que beneficia a contrabandistas y demás, donde los pobres son los menos benecifiados) cruza la frontera -se rumora que drogas y armas también- ¿no creen que productos (subsidados o no) cruzarán la frontera?, más aún cuando nuestros vecinos -Colombia y Perú- han firmado un tratado de libre comercio.

Recordemos que el ser humano no consume patrionismo ni soberania, lo que verdaderamente consume y come (la mayoría por no decir todos) son productos 3B (Bueno, Bonito y Barato).

Tratemos de ver el vaso lleno de agua hasta la mitad como medio lleno en vez de verlo medio vacío. Los posibles productos que podrían llegar al país (donde algunos de ellos llegarían con subsidios) al consumidor local le ahorrará dinero -gracias a los subsidios que pagan los extranjeros en sus países- y podrá completar su canasta básica (¿a caso no ven como nuestros vecinos consumen gas a costa de los subsidios que paga el estado, es decir todos nosotros? Y hasta se llevan su billete los “contrabandistas”). Sencillamente consumiremos productos 3B subsidiados por otros y consumidos por nosotros, los consumidores en general.

El poner trabas y protejer a unos pocos en detrimento de otros no es justo. Los resultados de este tipo de políticas son evidentes. En los países de Europa del Este que vivieron bajo el régimen socialista comunista vieron crecer el contrabando junto con mercados negros patrocinado por mafias. Inclusive en países desarrollados muchos no están conformes en que unos pocos se beneficien a costa de la ayuda del papá estado. Distorcionan los precios reales, además que los priva de consumir productos de mejor calidad y más económicos.

Actualmente existe en

la CORPEI

una lista de productos que tienen acogida en países desarrollados que pagan cero arancel de entrada. La demanda de estos productos son alentadores, además de que se prefieren que sean productos exóticos que utilize mano de obra autóctona. Oportunidad que debe ser aprovechada.

Ser competitivo, la meta del sector productivo

Enfocandonos en el problema de fondo, ¿qué encarece nuestros productos que mantiene en desventaja a algunos sectores?. Servicios básicos monopolizados, caros e ineficientes -agua, luz, teléfono, etc.- (otros protegidos en forma de oligopolios).

Impuestos exagerados, aranceles y trámites aduaneros eternos. Esto encarece nuestros productos, ya que se lo traslada al costo final o al PVP (precio de venta al público).

En la actualidad todo es materia prima. Un ejemplo, el camaronero: para producir el camarón necesita quimicos, máquinas, computadora, internet (para estar en contacto con clientes y proveedores), etc. etc. etc. Todo esto son costos que serán trasladados al producto final. Si mantenemos impuestos altos, trámites eternos y servicios caros e ineficientes, el empresario o emprendedor (pequeño o grande, nacional o extranjero) no podrá ser competitivo y no podrá crear plazas de trabajo, manteniendo o incrementado el desempleo. Tenderá a irse a un país donde le sea más atractivo y donde pueda laborar en paz (y luego se habla de fuga de cerebros), y que decir del que se queda sin empleo, la mayoría pasa a engrosar la tasa de desempleo (si es que no logra emigrar también) y con el tiempo ingresa a la línea de pobreza.

En fin, mantener políticas aislacionistas o proteger a monopolios y oligopolios a través del papi Estado nos vuelve ineficientes, donde los afectados somos los consumidores, la economía nacional, es decir el país entero. Debemos dejar de pensar en que el estado nos de todo quitandole al empresario (en medio del camino el burócrata se llena los bolsillos) para darle a los pobres, el pretexto para que haya trabajo burocrático y que el tamaño del estado no solo se mantenga si no que crezca y crezca.

Entregar a los ciudadanos las empresas públicas y abrirlo a la libre competencia, reducir el tamaño del estado (incluido impuestos y trámites) atraerá capitales (nacionales y extranjeros) donde el efecto se verá reflejado en las tasas de interés y riesgo país (a esto hay que agregarle estabilidad política, seguridad jurídica y respeto a los contratos y al imperio de la ley), además que la economía se volvería dinámica y desarrollada, gracias al esfuerzo de cada uno de nosotros.

Praga, 11.11.2006