¿Le gustan los símbolos patrios?

Uno de nuestros lectores comenta sobre ciertos detalles de los símbolos patrios que me pareció interesante publicar en este sitio.  Su nombre es Alfonso Reece y dice lo siguiente al respecto del tema:

¿Le gustan los símbolos patrios?

Por Alfonso Reece

            Entre los días grises de mi la vida se ha de contar aquel en que debía jurar la bandera. Eran tiempos de la dictadura y a los ministros militares les gustaba hablar, créanlo jóvenes, bastante más que a los civiles. Un discurso larguísimo y malo, justamente pifiado por todos los asistentes. Me tropecé al tratar de arrodillarme ante el pabellón nacional, en una ceremonia impersonal y mal organizada. Como había que hacerlo de apuro creo que no llegué a besar la punta del lábaro patrio como debía. Luego el profesor de educación física nos hizo un “servicio especial” porque dijo que habíamos estado indisciplinados.

            Fue una fecha caótica e ingrata, pero no data de ella la nula veneración que tengo a la bandera, sino que arranca de mi rechazo al fetichismo. Lo que importa es lo simbolizado no el símbolo. Hay que amar a esta bella tierra y, sobre todo, a su gente extraordinaria y, en especial, a sus hermosas mujeres. Esos ojos en los que vi reflejarse las arenas de Palmira son para mí más patria que una banda tricolor. Y también lo son más las travesuras de una niña, la conversación de los amigos y la sabiduría de un anciano sacerdote.

Pabellón de los déspotas

            Pero aparte de ese rechazo basado en un racionalismo que admito extremo, me es difícil emocionarme ante una bandera a la que considero poco ecuatoriana. Como dice la historia fue creada por Francisco de Miranda, quien la pensó como bandera de Venezuela. Se sabe que para ella usó los colores rituales de la logia masónica Lautaro. Esta organización fue fundada por el mismo Precursor, quien tomó el amarillo, el azul y rojo de los colores emblemáticas de su protectora la emperatriz Catalina II de Rusia. Gente más mal pensada, visto que no se ha encontrado hasta ahora el emblema tricolor de la soberana, afirman que, en realidad, eran sus colores favoritos de enaguas, porque ella, según ciertas versiones, fue amante del gran Miranda.

            La independencia ecuatoriana se inició efectiva y eficazmente el 9 de octubre de 1820, con la proclamación de la libertad en Guayaquil. Cierto es que antes hubo los intentos de Quito, pero fracasaron. Los próceres de octubre izaron una bandera ecuatoriana: la azul y blanco. Luego vendría Bolívar a imponer, contra el pronunciamiento del pueblo guayaquileño, la incorporación a la Gran Colombia con bandera y todo. De paso recordemos que el Libertador se portó re mal con Miranda, el inventor de nuestro pabellón.

            Cuando Ecuador se proclamó independiente, nuestro primer presidente, el general venezolano Flores, mantuvo los colores amarillo, azul y rojo. Pero él y otros militares extranjeros no eran precisamente queridos, el pueblo hablaba de “libertarse de los libertadores”. Esto se logró con la revolución marcista, que echó a los soldados bolivarianos del poder y reinstauró la bandera azul y blanco. Sería García Moreno, un gobernante con aciertos, pero fanático y nada republicano, el que con su manaza de hierro impuso el tricolor de Miranda y Catalina, y así se ha quedado sin que nunca nos hayan preguntado si lo queremos o no. Si a mí me consultan yo votó por la albiceleste de octubre.

Más bien feito

            El problema con el escudo no es histórico sino estético. No sé porque me parece tan desgarbado. Habría que consultar a los más conspicuos diseñadores del país para ver qué podemos hacer con él. Porque, en general, su simbolismo heráldico está bien. El cóndor no es un animal muy ejemplar y ni muy gallardo, recordemos que es un buitre, pero es bello y si lo mantenemos allí, a lo mejor, evitamos que los deportistas cazadores lo extingan.

            Me gusta mucho que en el escudo aparezca un buque mercante con un caduceo, símbolos del comercio, la industria y la ciencia, en lugar armas y otros menjurjes bélicos. Esta ha sido un país de trabajadores y empresarios, no de políticos y guerreros. Sugiero eso sí que en lugar de ramas de olivo y laurel, plantas que ni siquiera prosperan aquí, se pongan una de banano y otra de rosas, para promocionar nuestras exportaciones, digo, y porque son mucho más representativas.

Sin compostura

            Si cabe arreglar el escudo, en cambio, creo que hay poco que hacer con el himno. De hecho ha sido el más cuestionado de los símbolos. Músicos y musicólogos han sugerido seriamente reformarlo o cambiarlo del todo. Es infamemente largo y su letra llena vocablos estrambóticos es entendida sólo por los académicos de la lengua. La mayoría de los ecuatorianos cantan “a todito el mundo” en lugar de “atónito el mundo”. Pocos saben qué significa “tu pecho rebosa”, “frente radiosa” y otras palabras y expresiones exageradamente culteranas. A quien me contradiga lo reto a hacer una encuesta. De poco ha servido que sólo se cante una estrofa, y se desechen las demás por insultantes.

La historia del himno tampoco es muy cristiana. En la letra el gran Juan León Mera no estuvo muy inspirado, y no lo digo por la rebuscado de la composición, sino porque recurrió a un proyecto original del José Joaquín de Olmedo en busca de inspiración. Parece que se inspiró demás, porque para algunos fue un flagrante plagio.

Nos enseñaban en la escuela que el músico corso Antonio Neumann compuso la letra en una sola noche, y así debe haber sido, porque el resultado es una marchita sin trascendencia, una canzoneta algo marcial, que no obstante es dificilísima de interpretar para los cantantes de alta escuela, según algunos de ellos lo han confesado. Un compositor ecuatoriano, por su parte, me dijo que había compases enteros tomados de Brahms y de algún otro autor, pero como no me hizo oír las obras según él remedadas y por saber yo poco de música lo pongo así como rumor.

Para mí Ecuador está simbolizado en las playas de Machalilla, en su cabello, en la música de Enrique Males, en esos tres cóndores que vi el mes pasado, en las telas de Miguel de Santiago, en los poemas de Escudero y tantas otras maravillas, insistiendo en que son eso: símbolos, porque como dice Borges: “Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete que, alto en el alba de una plaza, rige un corcel de bronce por el tiempo… Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos… Nadie es la patria, pero todos los somos.”

11 comentarios sobre “¿Le gustan los símbolos patrios?

  1. Estoy de acuerdo contigo Alfonso. Solo que terminas tu artículo citando a Borges un Argentino. Te hubieras buscado una cita de algun autoctono para rematar con broche de oro. Ecuador tiene muchos autores como Silva, toda la generación del 25, intérpretes de música montubia como Nicassio Safaddi. Lo que pasa es que la decadencia cultural de Ecuador viene de la par con el desastre económico que vivimos. Aparte de Aladino y su rockola y Sharon la hechicera, canta autores de música populachera no veo en los últimos años muchos autores que peguen afuera de las fronteras. Para ejemplo de la decadencia cultural, casi todos los países de América Latina tienen su escritor de moda, que se lee mas allá de las fronteras. Colombia, Perú, Chile, Argentina son paises con nombres que me saltan a la mente, sin embargo en Ecuador nada se ha publicado mas allá de algunas novelitas de Jorge Enrique Adoum y uno que otro autor no muy conocido fuera de Ecuador. Estos son los originales de los últimos años. Mi punto es que eso hace casi imposible que salga algún artista de renombre a tratar de ofrecer alternativas decentes a los símbolos patrios que tenemos. De los símbolos que mencionas la bandera es la que más me molesta precisamente por el significado abiertamente Gran Colombiano y no relacionado del todo con los colores de los auténticos patriotas Ecuatorianos. Lamentablemente los menjurjes bélicos son inevitables mientras tengamos un país tan pesadamente influenciado por los militares.

  2. Para el caso, los argentinos estamos peor con nuestros símbolos patrios…
    La bandera es la que se creó para identificar a las tropas de la Junta de Buenos Aires, en su campaña para imponer su criterio a sangre y fuego en los cabildos del interior. Durante las guerras civiles fue lisa y llanamente la bandera de Buenos Aires, dehecho la de la Confederación era azul y blanca y no celeste y blanca. No es en vano que cada provincia «histórica» (Corrientes, Santa Fe, Entre Rios) tenga su propia bandera y Buenos Aires no. No le hacía falta ya que la suya era la bandera nacional.
    El himno, es hoy la versión recortada, editada y modificada del original de 1811, edulcorado para no herir a nadie.
    Así y todo, la historia y el significado real de los símbolos es desconocido para el común de la gente, y se los ha impuesto como verdaderos ídolos de un culto laico.

  3. Quieres seguir viviendo en la Prehistoria?
    Basta!!! Respetemos la bandera del Ecuador, tal y como es. No es tiempo de cambios retrógrados, de resentimientos milenarios ni regionalismo. Engrandeceremos Ecuador con trabajo fecundo, unidad nacional y lejándodnos del imperialismo y pretensiones incásicas.
    VIVA EL ECUADOR Y SU BANDERA!!!!!

  4. Existen muchas expectativas y deseos de cambiar los símbolos patrios del país. Sin embargo estoy es desacuerdo con estos, debido a que el pueblo no puede dejar de lado su historia, costumbres y modos de vida ancestrales. Sin bien es cierto que mucha gente no se siente identificada por los símbolos patrios, hay que tomar en cuenta que toda nueva tendencia o adaptación es fruto de una transformación que ha venido dándose a lo largo del tiempo hasta el día de hoy y que por desgracia a desmoralizado en muchos casos nuestra forma de vida. Debemos sentirnos comprometidos con la patria y luchar por mantener nuestras costumbres. No dejarnos influenciar por otras tendencia, valor lo nuestro y decir no al racismo que vivimos diariamente en Latinoamérica.

  5. Estamos y vivimos en un pais done acostumbramos a quejarnos de todo…..no faltaba mas, ahora nos quejamos de los simbolos patrios…. el que no nos hayan enseñado a ser patriotas como es debido en la escuela o en el hogar, no es motivo pra faltarles el respeto a nuestros antepasados. Nada es ecuatoriano al 100 por ciento.. nada! Hasta Atahualpa era de sangre peruana. Lo que gubo aqui antes de los incas fue borrado primero por ellos y luego por los españoles. Ni ssiquiera musica autoctona tenemos,pero saber apropiarnos de la realidad para transformarla en bien es una virtud que veo pocos la tenemos. Basta de quejarse, Alfonso, si no eres musico, no te metas a opinar de lo que no conoces. Investiguemos bien la historia antes de cuestionarla.

  6. Brillante articulo. A don Alfonso le cae mal la bandera, porque a su profesor de educacion fisica se le ocurrio castigarlo despues del juramento – en el que se tropezo y ni llego a besarla. Le cae mal el escudo porque le parece feo. Le cae mal el himno porque es largo y supuestamente plagiado.
    Que verguenza, senores, que verguenza que un ecuatoriano recurra a tan rebuscadas razones para darle la razon a Tania Hermida y a Alianza Pais. El Sr. Reece es libre de pensar lo que quiera, ello no cambia que la aplastante mayoria de los ecuatorianos aman a los simbolos patrios, los respetan y preservan. En vano buscan los inventores de la tal nueva republica del socialismo del siglo XXI acabar con nuestra identidad. la gente se esta despertando del ensimismamiento y les respondera como se debe.

  7. Pienso que se deberia revisar y cambiar muchas cosas en nuestros simbolos patrios.
    El condor parece un gallinazo, el tricolor nacional ya resulta bien usado, compartimos colores(los mismos) con Venezuela y Colombia, deberiamos ya proponernos ser mas originales. Hay simbolos que no nos van, ni siquiera se identifican con nuestra historia y cultura. Si me preguntais os confieso que estoy de acuerdo y apoyo la propuesta de revisar y mejorar( entiendase asi) los simbolos patrios, me siento orgullosamente ecuatoriano y lo que sea para mejorar siempre vendra a bien.
    Christian

  8. yo creo que no tenemos que cambiar los símbolos, lo que tenemos es que desecharlos todos de una vez por todas. eso sería realmente revolucionario. y quizás, cada cuatro años, para los partidos del mundial (suponiendo que sigamos clasificando) estrenemos una camiseta nueva. y cada uno que escoja sus símbolos, si quiere, y los venere, como quiera. (por cierto, ¿alguien me explica qué quiso decir reece, con que ecuador está simbolizado en…¿su cabello?

  9. En lo personal, creo que si me ponen otra bandera u otro himno para mi representaría todo menos Ecuador. Crecí con estos símbolos patrios que aunque hayan tenido su «mal pasado» como argumenta el autor; son estos a los que amo! Porque uno ama lo que conoce. Si hoy en día me cambiaran el himno y me obligan a rendir respeto a otra bandera..Para mi sería por obligación! Es otro el sentimiento de mi bandera cuando se ha visto flamear en juegos olímpicos, cuando fue la inspiracción para la selección en los mundiales… Me niego rotundamente a perder a mi tricolor!

  10. En lo personal, creo que si me ponen otra bandera u otro himno para mi representaría todo menos Ecuador. Crecí con estos símbolos patrios que aunque hayan tenido su «mal pasado» como argumenta el autor; son estos a los que amo! Porque uno ama lo que conoce. Si hoy en día me cambiaran el himno y me obligan a rendir respeto a otra bandera..Para mi sería por obligación! Es otro el sentimiento de mi bandera cuando se ha visto flamear en juegos olímpicos, cuando fue la inspiracción para la selección en los mundiales… Me niego rotundamente a perder a mi tricolor!

  11. Que verguenza que hayan ecuatorianos que pretendan cambiar los símbolos de la Patria, sin entender que son parte de su conformación identitaria, cualquiera sea su orígen: político o militar. Cambiar los símbolos patrios, es como despreciar el apellido de nuestros ancestros. Es demostrar deformación ética de nacimiento. Reece, ni siquiera tiene apellido con origen iberoandinoamericano, como se permite despreciar nuestros símbolos.
    Orlando Amores Terán:.

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