El jueves 1 de enero de 2009, se cumplen 50 años de la “revolución”
cubana. Huber Matos, (90 años), comandante histórico de la revolución
cubana, aseguró a EFE que Fidel Castro traicionó los principios
revolucionarios y los convirtió en el fraude más costoso en la historia
de América.
Por sus divergencias
ideológicas estuvo preso durante 20 años. Dijo que “la brutal dictadura
de Castro, su incapacidad de entender y aceptar el juego democrático y
su Estado policial, han creado en la isla un clima de miedo”.
“Es un desastre, un retroceso de medio siglo, de calamidades y miserias
materiales y morales. 200.000 cubanos pasamos por las prisiones y no se
sabe cuántas vidas se perdieron en los paredones y en el mar”.
El gobernador de Camagüey, dijo que la promesa de la revolución: era
“restablecer el Estado de derecho y las elecciones libres en Cuba.
No es una república. Es un “feudo, una finca grande, una cárcel” un
fraude” revolucionario de 50 años, de engaño al pueblo cubano.
Castro es ególatra perverso. Maneja cualquier escenario con habilidad
de artista y astucia extraordinarias para establecer su dictadura y
partido único. Frustrado, demoníaco, dotado de inteligencia
excepcional, capaz de acabar con el mejor compañero.
El país está paralizado. Solo funciona el aparato represivo y la
propaganda del régimen castrista. Es un modelo agotado que está
llegando a su final.”
Eudocio Ravines Pérez (1897-1984), fundador del partido comunista del
Perú, amigo personal de Stalin, miembro de la cúpula internacional
roja, con sede en Moscú, ex-comisario político del Kremlin durante la
guerra civil española, decía que su misión era “limpiar las filas
republicanas de la basura capitalista”.
Decepcionado abandonó las filas comunistas. «La alegría me estallaba
dentro porque me marchaba del socialismo, adonde llegué con unción y
favores de cruzado. Esa alegría era el funeral de mi fe y el saludo a
la libertad. Iba a volver a ser libre, pero no bajo el socialismo, sino
en el mundo capitalista al que tan fieramente había combatido. Iba a
saltar la línea que separaba a los dos mundos y la idea de ese salto
sacudía la ínfima partícula de mis nervios.»
“Para que la gente abra los ojos” denunció por falsas las economías
mixtas. Y al socialismo (1952), como “La gran estafa” o “El camino de
Yenan” en el que Mao Tse Tung planteó: “Permitir que los militares
roben en el gobierno y puedan hacer toda clase de negocios lícitos e
ilícitos”.
“Los doctores, generales, dentistas, comandantes, abogados, que carecen
de fortuna, no aman el poder por el poder mismo, ni para hacer el bien,
sino para hacerse ricos”.
“Riendo, Mao exclamó: “Los neocomunistas llegan al poder y empiezan a
clamar, como Napoleón: dinero, dinero, más dinero”.
“Si los ayudamos a encumbrarse, les servimos de escalera, porque ello
nos da provecho, es estúpido perseguirlos por sus delitos”. Fue la
doctrina política de la URSS.