Postergar esa reforma provocó la muerte de 14,5 millones de niños, mantuvo a 261 millones analfabetos y a otros 109 por debajo de los límites de la pobreza. El estudio lo acaba de publicar el Cato Institute de Washington y se titula ‘El socialismo mata’.
Los latinoamericanos deberían aprender de esta experiencia. No hacerlo, además de un crimen, es una estupidez. El ejemplo es claro: India ha tenido dos grandes modelos de desarrollo. Entre 1947 y 1981 -la etapa socialista- el crecimiento anual promedio era 3,5 que, al descontar el aumento de la población, quedaba en 1,49%.
Mientras ellos seguían esa senda socialista, tan parecida a los ensayos latinoamericanos, desde el peronismo hasta el chavismo, otros pueblos asiáticos liberalizaron sus economías. Al cabo de una generación, los resultados exhibidos eran disminución drástica de la miseria y la ignorancia, mejora en todos los índices de desarrollo humano y surgimiento de unos robustos sectores sociales medios.
Presionados por esa realidad, los hindúes abandonaron las fallidas supersticiones del socialismo, primero tibiamente, y luego con mayor ímpetu en la década de 1990, hasta convertirse hoy en un actor de primer rango internacional que compite en precio y calidad con la China, a la que comienza a disputarle la condición de gran fábrica del mundo. (No olvido la sorpresa de unos amigos que necesitaban contratar un servicio de ventas telefónicas en América Latina y acabaron pactando con la sucursal de una compañía hindú radicada en Cochabamba, Bolivia).
Es importante que los economistas latinoamericanos saquen la cuenta de cuánto nos cuestan los experimentos socialistas en sangre, sudor y lágrimas.
Cuánto han pagado y pagan los argentinos por los tercos experimentos del peronismo.
Cuál fue el costo de la factura para la sociedad peruana durante la locura de Velasco Alvarado, la nicaragüense con el sandinismo o Cuba con su medio siglo de estalinismo.
La medición podría hacerse a partir de la experiencia chilena: ¿qué hubiera pasado en toda América Latina si sus pueblos hubieran hecho una reforma económica como la llevada a cabo por los chilenos, iniciada durante la dictadura de Pinochet, pero sabiamente mantenida por los gobiernos de la democracia?
La medición podría hacerse a partir de la experiencia chilena: ¿qué hubiera pasado en toda América Latina si sus pueblos hubieran hecho una reforma económica como la llevada a cabo por los chilenos, iniciada durante la dictadura de Pinochet, pero sabiamente mantenida por los gobiernos de la democracia? .