A pocos días de otra elección presidencial, la red vial entre Costa y
Sierra está rota y se desmorona, pese a las declaratorias de emergencia
y a los contratos sin licitación, otorgados a dedo por el Gobierno y
con fuertes “anticipos”.
Inmerso en
escándalos por las FARC y el narcotráfico, Rafael Correa pierde control
sobre sus lugartenientes. Se acusan entre ellos de narcotraficantes, de
narcoguerrilleros y de conspiradores. La narcopolítica ensucia a la
patria. La verdad borbotea.
Y mientras esto ocurre, los depósitos bancarios caen en picada. El
crédito bancario no existe y Correa, que asumió el control sobre las
tasas de interés, no ha podido reducirlas.
Por ausencia de inversión de las empresas privadas y la falta de
recursos de Petroproducción la “riqueza” petrolera declina y se reducen
los dólares del fisco. La tasa de crecimiento de 3,15% supuesta por el
Banco Central para 2009 sería del 1,4%.
La alevosa conducta de Correa contra empresarios, inversionistas
nacionales y extranjeros, medios de comunicación, jefes de Estado e
insultos hasta a sus propios amigos y partidarios, genera miedo,
rechazo, incertidumbre, desconfianza y malestar.
El publicitado proyecto Manta-Manaos, que impulsaba Trajano Andrade, el
hombre fuerte de Correa en Manabí, colapsó con grave daño a la región y
a la imagen internacional del Ecuador.
Trajano acusó al gobierno revolucionario de Rafael Correa, del cual él
fue importante alfil, de “robolucionario”.
Hutchinson, gigante operadora de puertos del mundo, que abandona el
país pese a las amenazas de Correa, es propiedad de Li Ka Shing, el más
dinámico inversionista de Asia.
Las Fuerzas Armadas y sus altos mandos, distraídas de sus funciones
específicas, para realizar y administrar obras de competencia de los
civiles, siguen comandadas por personas que antes expresaron fuertes
críticas a su existencia básica. Sus fracasos evidentes y el manejo
impropio de sus recursos generan también reclamos y malestar en los
mandos y tropa, activos y pasivos.
El proceso electoral se inició con golpes contra la democracia. El
señor Camacho, activista del MPD en el organismo rector y afín al
Gobierno, impuso la descalificación de la candidatura de Luis Fernando
Torres y de Miguel Palacios, de tendencia contraria al socialismo del
siglo XXI, con la presunción y el pueril argumento de haber revisado,
en el corto lapso de dos horas, sólo 1.400 firmas con lo que invalidan
180.000 firmas
Dado que, en el mundo y en la historia, el socialismo ha fracasado,
cabe preguntar a los candidatos, incluido Correa, qué harán para
conseguir que, en el menor tiempo posible, con los menores recursos, al
más bajo costo social, pueda lograrse el mejor nivel de vida para el
mayor número de personas.
Parodiando aquella canción popular cabe decir que “La patria se
desmorona y el presupuesto falsea. No hay amor que dure mucho por más
ardiente que sea”.