EDITORIAL DE EL COMERCIO DEL 23 NOV 08

Errores o imprecisiones del informe

A
pesar de estar  liderada por un profesional extranjero -para el
Gobierno ecuatoriano no existen expertos de tal calibre en el país,
pues lo mismo sucedió con los españoles de la Constituyente-, la
Comisión de la Deuda Externa produce un informe con serios errores
conceptuales y jurídicos, de tal calibre que deben generar una revisión
de los honorarios para quien desde Argentina nos vino a enseñar cómo se
investiga el pasado económico de la Nación.

Consta en el informe
que el Ecuador debe apelar a la Convención de Viena para que resuelva
la impugnación a la legalidad de la deuda externa nacional. Los
comisionados, incluido el experto externo , olvidaron que ese
instrumento internacional solo rige para dirimir diferencias entre
Estados y no entre un Estado con tenedores privados de los bonos de
deuda .

Luego, en el informe no consta que hayan sido recibidos
para dar su explicación y esgrimir argumentos de defensa los presuntos
implicados de delitos; máxime, cuando se trataba de un investigación
sobre datos y procedimientos técnicos de negociación internacional .
Esta omisión es un indicio -ojalá sea desvirtuado- de que el informe
sea   un instrumento de persecución política.

En el ámbito
financiero, la Comisión desconoce que antes de la última negociación,
en la cual se canjearon los Bonos Brady por los Global, la deuda del
Ecuador ascendía a USD 6964 millones; que los Bonos Brady habían sido
declarados de plazo vencido y que se obtuvo una reprogramación a 12 y
30 años. Finalmente, la Comisión de la deuda no resuelve el entuerto
que significa que algunos de los implicados -en un importante tramo de
la negociación que está satanizada de antemano  – ya recibieron una
amnistía por parte de la Asamblea Constituyente.