Los llantos del silencio

Publicado Originalmente en Diario Expreso

Un médico lector, quien ha trabajado en una organización internacional
humanitaria, con gente muy pobre, me comenta que, por no permitirse el
aborto, hay niños que aspiran cemento de contacto y trabajadoras
sexuales. Que, por engendrar un bebé, niñas y adolescentes tienen una
calidad de vida miserable. Que son rechazadas por su propia familia.
Que, por abortos realizados por quienes no son médicos, cientos mueren
en lugares insalubres. Que la violada sufre por el resto de su vida
viendo en su hijo la cara de su agresor. O prefieren que nazca para
abandonarlo. Que, “mientras no evolucionemos en nuestra mente (permitir
el aborto) seguiremos siendo pobres, enfermos, atrasados, con
hipocresía espiritual o, como dirían muchos, tercermundistas”.
                   
Este médico confunde efecto por causa. Cree que la pobreza, los
embarazos y las drogadicciones son causados por no abortar. Matar
nonatos no cambia el problema social ni la economía. No genera riqueza
ni elimina la pobreza. Para superar lacras humanas hay que trabajar y
producir más y mejor. Hay que educar. Es moral. Son buenas costumbres.
Es, sobre todo, calidad humana. Es solidaridad, con la vida.
                   
“Si una madre puede matar a su hijo, nada podrá impedir que nos matemos
unos a otros”, dijo la Madre Teresa de Calcuta. (1910-1997), al recibir
el Premio Nobel de la Paz (1979). El aborto pone en peligro la paz en
el mundo. No puede haber paz sin respeto de la vida inocente e
indefensa de los niños que no han nacido”.

“Quien busca la paz defienda la vida, desde el momento en que surge
hasta el ocaso natural. La mayor violencia de hoy, es el aborto. Hay
violencia cuando un niño es eliminado por su propia madre”.

Si las madres oyeran los gritos de su hijo, ninguna abortaría. El
neonato, o feto como se lo califica, es un inocente que, asimismo no se
puede defender ni impedir su ejecución. Aislado en el mundo del
silencio, sus llantos no llegan a su madre ni a quienes los destruyen.
No hay estridencia. No puede protestar.

El aborto provocado es ejecución, sin piedad, de quien sólo depende de
su madre, que lo lleva en su seno. ¿Quién protege a ese inocente, si su
madre lo desprecia hasta el paroxismo de su muerte? ¿De qué se acusa al
nonato, para matarlo? ¿Tiene culpa por ser engendrado?

Sólo el humano es capaz de destruir. Hasta la bestia más feroz protege
y cuida, arriesgando su propia vida, la del ser de sus entrañas.

Amor es respeto a la vida del hijo por sus padres y parientes. Por
médicos, educadores y periodistas. Nadie puede afirmar si el nuevo ser
será bueno o malo. Es la naturaleza. Son los genes y sus ancestros ¿Es
que no hay derechos humanos para el feto nonato? A ese crimen le llaman
aborto. Es en este instante cuando más necesita de su madre. Y en el
frenesí de su extravío hacen, de la violencia y del aborto, el
bienestar.

Dicen que, cuando en Francia se debatía sobre el aborto, un legislador
aludió a un padre alcohólico y sifilítico y la embarazada tuberculosa y
sifilítica ¿Propondrían a la madre el aborto?, preguntó. “La
ayudaríamos a abortar”, dijeron. Acaban de matar a Beethoven”.

El feto no es una cosa. Es más que un genoma. El feto vive y con
capacidad, en sí mismo, para desarrollarse. Genera su propia sangre y
placenta. El parto y el nacimiento son actos propios del feto. La madre
ayuda.

Más de 50 millones de abortos se producen al año. ¡Qué barbarie! Los
niños abortados no cantarán con Violeta Parra (¿abortista?): “Gracias a
la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros que cuando los abro,
distingo lo negro del blanco. Cuando miro al bueno, tan lejos del malo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado la risa y me ha dado
el llanto. Así yo distingo dicha de quebranto”.

3 comentarios sobre “Los llantos del silencio

  1. “Si una madre puede matar a su hijo, nada podrá impedir que nos matemos unos a otros. El aborto pone en peligro la paz en el mundo. No puede haber paz sin respeto de la vida inocente e indefensa de los niños que no han nacido” ¿Prohibir el aborto inducido erradicará de las mentes maternas las ganas de matar a los hijos no deseados? ¿Eliminará la práctica de abortos clandestinos? ¿Hará que dejemos de matarnos unos a otros? Se mata un ser con el potencial de convertirse en un Beethoven, pero también en un Stalin, un Hitler o un Torquemada. Con más de 6 mil millones de personas habitando el mundo, debería haber muchos Beethoven dando conciertos por el lugar, en vez de eso tenemos a Daddy Yankee, Wisin & Yandel, y a Don Omar. Las feroces madres no defienden sus crías por el amor que les tienen, sino para proteger su herencia genética, y cuando se sienten perdidas las abandonan porque las crías tienen menos oportunidades de sobrevivir que los adultos que prefieren vivir para reproducirse otro día, en el caso de los leones los machos matan las crías que no son suyas, los chimpancés matan a las madres de las «tribus» rivales y se comen a las crías. No soy pro-aborto, lo anterior simplemente fue mi reacción ante el artículo de Rómulo López «los niños abortados no cantarán con Violeta Parra gracias a la vida» siento que estoy a punto de llorar por todos los niños que han sido abortados en el mundo. 1, 2, flame war!

  2. «50 millones de aborto se producen al ańo».
    Desde 1981 q fue reconocido el sida, la UNAIDS y WHO estima q más de 25 millones han muerto x esta pandemia (falta prevención).
    Mientras tanto el mundo está envejeciendo y el efecto será más notable en países en vía de desarrollo (crecimiento hacia afuera, dependiente) q en los países ricos.
    «Whereas nearly 60% of the world´s elderly (those over sixty-five) live in developing countries today, that share is projected to increase to 80% by 2050» (Good capitalism, bad capitalism. Pag. 29)
    IMF 2004, World Economic Outlook: The Demographic Transition (Washington, D.C.: International Monetary Found).
    United Nations 2004, Follow-Up to the Second World Assembly on Aging: Report of the Secretary-General (New York: United Nations).
    El problema no es ajeno a los países ricos tampoco, cuyas familias tienen cada vez menos nińos, x q es caro o da pereza o no hay tiempo para dedicarse a otras cosas (pasear, ahorrar, farrear, trabajar, estudiar, celibato?, «aborto», etc.).
    El problema recae en las pensiones de seguridad social.
    Coyuntura.
    Mientras los países desarrollados vienen teniendo menos nińos (China x decreto: 2 si el 1er. es varón, y una si la 1era. es nińa) por familia, cada vez se va a necesitar desesperadamente pagos para seguros médicos e ingresos prometidos que sostengan a la población que va envejeciendo.
    Actualmente el problema en los países ricos es enorme y se está volviendo una bola de nieve. En gringolandia parece convertirse en un desastre fiscal inevitable. http://www.cbo.gov/doc.cfm?index=4439
    Una solución es incrementar los impuestos con recortes presupuestarios, lo cual tiene costos políticos… y de incentivos, lo que podría llevar a una profunda recesión.
    Otra alternativa: crecimiento económico, apertura e incentivos.

  3. El autor peca de fundamentalismo religioso cuando defiende la prohibición del aborto en caso de violación o en caso de riesgo en la vida de la madre. Mi opinión es que tratar de impedir el aborto terapéutico es llegar a extremos. Ahora en embarazos de alto riesgo de muerte de la criatura y/o la madre; ella no podrá escoger vivir; tendrá que morir para que las conservadores y ultra religiosos estén contentos.
    Sobre si se debe permitir abortar en casos de violación; pues deberían preguntar primero a las mujeres que hayan pasado por eso antes de emitir un criterio.
    Sobre la despenalización del aborto, es un tema escabroso pero mi posición es en contra de la prohibición de abortar, que no se entienda como que estuviera a favor, pero viendo la realidad la prohibición solo genera un mercado negro donde las mujeres que quieran abortar lo harán a un mayor precio y riesgo, como ha venido ocurriendo en todos las países donde el aborto no es permitido.

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