Realmente yo nunca fui Boy Scout, ni me llamó la atención. Por eso no conozco que tipo de insumos ni provisiones llevan, pero puedo intuirlo. Comida, agua, ropa, carpas, mecanismos para generar fuego y calor.
Imágenes similares observé anoche en la TV, claro, sin tanta sangre y muertos. Y es que la primera pregunta que vino a la mente fue: Que difícil debe ser, el estar en los zapatos de Rafael Correa en este momento, cuando en nuestro país, estaban de CAMPING una veintena de guerrilleros y un delincuente común, que tiene centenares de juicios por asesinato, secuestro, narcotráfico. Que difícil debe de ser estar en la piel del ciudadano presidente, cuando uno de sus “hombres de confianza”, está bajo sospecha de haber ayudado a las FARC y de estar en constante comunicación con los guerrilleros. Que duro debe de ser para el presidente de todos los ecuatorianos, incluidos los colombianos naturalizados ecuatorianos, el hecho de que, esta matanza, no solo evidencia una flagrante violación de nuestra soberanía por parte del ejército colombiano, sino que también evidencia una flagrante mutilación de la misma soberanía, por parte de uno de los grupos terroristas más reprochados y condenados a nivel mundial.
Solo nuestra tibieza e hipocresía en relación al conflicto colombiano, originó tan incomoda situación, que tiene en vilo la estabilidad en la región. Ni siquiera, Chávez fue tan apático. El sí jugó un rol protagónico a favor de las FARC. Es más para evitar adicionales sospechas de que la frontera colombo venezolana, es el resort de las FARC, y refugio de los secuestrados, movilizó 8 batallones para esconder la evidencia.
Ojala que estas sean solo escaramuzas y no pasemos de encuentros de BOY SCOUTS en la frontera a balas y sangre hermana y propia.
HE DICHO