Incontinencia verbal

Revisando mi correo electónico me encuentro con un forward “La vieja pelucona” del Dr. Miguel Palacios, contestando una grosería más del ciudadano presidente. No bastó con llamar “gordita horrorosa” a una periodista para continuar vejando a la mujer ecuatoriana. Guillermo Arosemena, en su columna dominical del Expreso, publicado en El Instituto Independiente, toma nota al respecto en su artículo “Merecer el respeto”. Si el Conartel investiga a los medios por expresiones contra el régimen, ¿quién controla las expresiones e insultos del mandatario? Desagradable ver que se esté llegando a estos límites. Las marchas en general a costado decenas de miles de dólares.

Luego de una jornada de marchas, recogidas por el pájaro Febres Cordero con su humor característico (La fiesta no es de todos), según la organización profesional y no política de Cedatos, el 72 por ciento de la población pide rectificaciones al presidente. Los insultos que salgan de la boca de un presidente le quita esa majestada que tanto pide que se respete. En lugar de minimizar los actuales acontencimientos debe de hacerse una lectura concienzuda. El haber dicho que empezó la campańa por el si para el referendum aprobatorio (luego de [mal] interpretar la última marcha como proselitismo) y de que se candidatizará para la reelección presidencial, sin que hasta el momento haya un artículo escrito y por ende aprobado en la actual asamblea ¿?… deja una gran interrogante.