Hoy, luego de 30 anios de dictadura partidista y de abusos de poder por parte de los representantes de grupos de poder, sale una nueva voz. Esta nueva voz, no sale del desierto ni es Juan Bautista que anuncia la buena nueva, vestido con pieles. Es un lobo vestido de cordero. Agazapado en la democracia, en la falsa representatividad, nos quiere hacer creer que democracia es hacer lo que quiere la mayoria, no importa que sea. Es mas, el quiere que creamos que democracia es hacer lo que le de la gana a los que han sido electos por la mayoria. Antes lo hacia el congreso, ahora lo hace su asamblea. El falso profeta, ahora quiera atentar contra derechos fundamentales de los ecuatorianos, como es el derecho a la propiedad privada, autodeterminacion y autonomias administrativas. Todo esto dentro de un marco "democratico" por que ya ni siquiera se atreve a usar la palabra constitucional o legal. Todo es decision de mayorias, sus mayorias. Ahora que tiene dinero (de todas las demandas que ha presentado, contra todo aquel que alguna vez lo ofendio), quiere poner impuestos en la educacion privada. Por que no lo hizo cuando fue ministro? sera por que sabia por experiencia, los sacrificios que uno hace para poner a los hijos en buenas escuelas? Que sabia decision, poner impuestos en las escuelas, luego vendran los hospitales, solo falta que nuestro pseudo mesias ponga impuestos a quienes salgan a trabajar temprano o sean mas trabajadores que el promedio.
La mayoria abrumadora se impone a la razon, en lugar de poner impuestos al licor, tabaco, discotecas, casinos y otros vicios de nuestra sociedad proponemos impuestos para la educacion de alto nivel. El odio que siente a los de la clase alta lo hacen tomar medidas que a fin de cuentas atentan contra la poca clase media que existe en este pais.
No creo jamas que Eloy Alfaro Delgado, trabajador, liberal, comerciante, reformista del antiguo pais colonial quiera que nuestro pais se convierta en un lugar donde se premie al vago y burocrata y se castige al emprendedor, al que trabaja de sol a sol. Hoy "la mayoria" luego de 30 anios de pequenas reformas que permitieron que se desentralizae algo el estado, el mesias quiere volver al Ecuador de IETEL (muchos jovenes no sabran lo malo que era o a lo mejor ni lo recuerden), de CEPE, de los tramites en Quito, de los favores de los ministros, etc. Es acaso el Ecuador que realmente queremos, el Ecuador de largas colas, el Ecuador donde para poner un negocio necesitamos 300 tramites y 400 dias? Un Ecuador con un sistema de educacion publica pesimo (y como son aliados del presidente, casi intocables) y que encima hoy quiera ponerle impuestos a la educacion privada de mejor calidad, que segun el, es de "ricos". El Mesias no sabe contar o vive en la nube rosada. Calculo que hay entre 40 y 45 colegios que el denomina de ricos, cada uno con 700 o 1000 estudiantes, es decir casi 45,000 muchachos, a 3 por familia promedio, tenemos 15,000 familias "millonarias" en este pais. En un pais de 12 millones (dividido para 5 nos da 240,000 familias) que significan un total de 240,000 familias, el dice que el 6.5 % es millonario, estamos casi al nivel de los Estados Unidos y Europa. Alguien debe ensenarle al PHD a hacer cuentas basicas, a buscar soluciones creativas, no solo subir impuestos por subir. La parte de tratar de introducir a los informales, es buena, mas no es de el, sino del SRI. Solo cuantificando bien la produccion petrolera, pues segun Walter Spurrier, hay un 15% de la produccion que no se sabe donde va, podriamos tener mas recursos sin imponer mas impuestos. Bajar impuestos de introduccion de carros de trabajo y subiendo el Diesel, mantendria los costos de transporte y recaudaria mas. Estas son solo algunas contribuciones de su humilde servidor, favor aportemos mas a ver si algun dia el mesias baja de la nube rosada y nos hace algo de caso a los ecuatorianos que solo queremos trabajar y que nos permitan tener una casa y algo de ahorros.
Correa es el enemigo del desarrollo; este anti-economista esta provocando que no lleguen inversiones y malogrando las que quedan. Al final las grandes víctimas son los desposeídos que tanto dice defender al convertirlos en mendigos dependientes de Estado. Y en segundo lugar la clase media atrapada en medio del vendaval impositivo y la falta de empleo. Mientras los pelucones que tanto dice odiar se gozan al tener los ahorros fuera.