Dicen que ahora el Doctor "Merengue" quiere ser burrócrata internacional. Buena suerte.
Será por sus grandes méritos como estadista y excelso líder que ha conducido los destinos nacionales hacia el desarrollo y el éxito.
Será por su inmensa labor de velar por la seguridad de los ciudadanos de su país. O por haber impedido que mueran infantes en los hospitales públicos o en las carreteras del país. Tal vez por haber mantenido el fiasco del IESS en el mismo estado en que lo encontró. O en una de esas por el impecable sistema de sindicatos públicos que solo piden plata y lo último que dan es salud. O, ¡seguramente! por las barcazas de Modersa.
¡Qué gran presidente, líder venerado y paladín de la revolución de la salud! Héroe refundador del país. ¿Y ahora quiere irse de burrócrata internacional con nuestro voto? CON EL MIO NUNCA, DOCTOR PALACIO. Eso sería un premio y lo último que se merece quien ha causado daños estructurales a la economía y a la sociedad ecuatoriana que tomarán décadas para reparar, es un premio. Mucho menos uno de tal magnitud.
¿Quién lo postuló? Seguramente no fueron los jubilados. Ni las madres que deben dormir afuera en los hospitales, quienes deben trasladarse kilómetros para encontrar un hospital que les atiende mal, les trata mal y les cura mal o los padres del hospital de Chone.
Tan descabellada idea, tal desfachatez, no tiene sustento alguno. Usted no tiene mi voto, Sr. Presidente. Tiene mi censura.