Oclocracia
Por Luis Villacrés Smith
Degeneración
de la democracia, gobierno de la plebe, del tumulto, de la chusma como
la calificaba el mismo Dr. Velasco, con la diferencia que en su caso,
él la representaba y tranquilizaba, y era un criterio ilustrado,
equilibrado, bien intencionado.
El problema se genera cuando, por
demagogia, los dirigentes utilizan a las multitudes insatisfechas para
alterar el Gobierno legítimo y constituido, para obstruir el buen
Gobierno, el funcionamiento eficaz de la democracia; cuando la
corrupción y ambición política desinstitucionalizan al Estado, cuando
se gobierna para contentar a corto plazo a las multitudes o más grave
aún, se da paso y gusto a las mayorías insipientes, que no son más que
grupos faltos de sabiduría, de ciencia, de correcto juicio o criterio,
para juzgar determinados aspectos, la mayoría complejos y
controvertidos.
Polybius, historiador griego, 200 a.C., determinaba este fenómeno como
una versión patológica de la correcta democracia, de oposición a los
criterios de un buen Gobierno, como tiranía de las mayorías incultas y
uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar
políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas, que tarde o
temprano serán nefastas y deben corregirse irremediablemente, para
procurar el progreso e interés general.
La democracia vive y se sustenta del discurso racional, del análisis y
la búsqueda de verdaderas soluciones a los problemas de Gobierno,
mientras la oclocracia utiliza la manipulación, se basa en el abuso de
la fuerza o de la pasión; mientras la primera debiera ser ejercida por
auténticos líderes o verdaderos dirigentes políticos, la segunda se
convierte en el reino de los demagogos y en el caldo de cultivo de los
tiranos o farsantes, parecidos a los que abundan en nuestra realidad.
“Es el dilema de las democracias, incluyendo mayorías en Francia o los
EEUU, países donde se han hecho más promesas de las que pueden cumplir.
Los compromisos políticos muchas veces superan la capacidad económica.
En ocasiones son hechos en forma deshonesta, otras basados en tontas
suposiciones”. El caso de Francia con la reciente ley laboral, los
elevados costos de cobertura de salud y jubilación en la mayoría de
países desarrollados, el tratamiento discriminatorio de los inmigrantes
ilegales que deben hacer los trabajos que los nacionales no quieren
hacer en esas economías, responden a estas condiciones de doble
discurso o falta de realismo económico.
Las leyes laborales en Francia desalientan el trabajo, la inversión y
la generación de nuevas plazas de trabajo. En muchos países
desarrollados del bloque occidental sucede lo mismo, trabajan menos
horas al año que los países emergentes o asiáticos.
En el Ecuador sucede igual y no vamos a superar nada, con leyes
laborales exageradas o falsas en beneficio de minusválidos o de
Huaquillas, ni oponiéndonos al TLC o expropiando ilegalmente a los
inversionistas extranjeros.
Originalmente publicado en Diario HOY del Jueves, 6 de Abril de 2006
Es la dictadura de la ignorancia. Hemos creado un monstruo. Le hemos dado el voto a todos sin miramientos a todos y para hacerlo peor, lo hemos hecho obligatorio.
Esto fue creado adrede por los famosos lideres que tenemos en el pais que con gritos y promesas apelan a los resentimineto sy odios que existen en nuestra sociedad (como en cualquier otra)y asi llegan a los cargos sin ninguna intencion de ayudar al famoso pueblo. La ley electoral debe ser modificada para evitar que este sistema continue. El voto debe ser facultativo y debe requerir un registro para que solo los verdaderos interesados pueden votar.
Comparto el mismo criterio, igual que la del columnista del diario El Universo, Manuel Ignacio Gomez Lecaro. En su columna escrita en El Universo el dia jueves 15 de diciembre del 2005 con el titulo: Votos por camisetas, hace mencion a esto justamente. El voto deberia ser voluntario, ya que se traduce en una votacion mas meditada y responsable. Asi iran a sufragar quienes estan interesados e informados sobre las campanas de los candidatos. Pero sera dificil que la propuesta salga de los partidos politicos, acostumbrados a cambiar votos por camisetas y promesas inalcanzables. Con el voto voluntario, se haria verdadera democracia y exigiria a los candidatos a presentar soluciones concretas y menos camisetas y sorteo de casas para ganar votos. Pero asi mismo el voto voluntario tampoco es la varita magica, pero al menos si que ayudaria a dejar atras tanto demagogo.