Nunca antes en Guayaquil se ha dado un crecimiento como el que ahora se observa. Mi ciudad avanza pese a los pérfidos ataques que, casi a diario, realiza el Presidente Rafael Correa contra el Alcalde Jaime Nebot. La demagogia y el ego, carentes de altura y nobleza, que el Presidente evidencia contra Guayaquil no detienen el frenesí de trabajo que se ha impuesto desde el Municipio.
La ciudad más invadida del Ecuador, a la que vienen ecuatorianos de todas las provincias, cantones y recintos de la sierra, el oriente y la costa a trabajar y a radicar sus familias en busca de progreso y bienestar, que no existe en sus lugares de origen.
Bienvenidos sean. Son fuerza que trabaja y consume. Las obras del Municipio y su Alcalde, ayudan a los pobres proporcionándoles trabajos de albañil, gasfitero, fierrero, electricista y decenas de oficios más.
Es Guayaquil la mayor y primera generadora de trabajo en Ecuador y el Municipio de Guayaquil el primer empleador directo e indirecto de la ciudad.
El trabajo del Alcalde Nebot por obras que hacen de Guayaquil un referente estético y estructural, para todo el Ecuador y muchas otras urbes del mundo lo ubica ya en la historia con singular procerato.
Pero no es solo el maquillaje urbano como dice con envidia Correa, sino la obra social en beneficio de inmigrantes pobres y de los ciudadanos comunes que viven en esta ciudad.
El plan habitacional Mucho lote, para familias de bajos recursos y el sistema de transporte masivo, así como programas de alimentación, educación, salud y seguridad son de enorme dinamia y beneficio social sin precedentes en la historia.
La remodelación del cerro de Santa Ana, precioso atractivo turístico de la ciudad, es un ejemplo de los dinámicos y variados programas de regeneración urbana que realiza en toda la ciudad y su continuo mantenimiento.
El aeropuerto José Joaquín de Olmedo, el nuevo terminal terrestre Jaime Roldós, las nuevas autopistas, el Puerto Santa Ana, el barrio chino, los nuevos malecones universitario y del suburbio, los nuevos puentes vehiculares y peatonales impulsan el desarrollo de Guayaquil.
Bien por Nebot, Mejor por Guayaquil.