Por Ana María Raad
(Publicado en la revista Vistazo)
La masificación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ha adquirido relevancia fundamental en la agenda para el desarrollo de países como Ecuador y Chile. La llamada “brecha digital” inquieta a quienes observan que este nuevo tipo de brecha o diferenciación entre quienes tienen acceso o no a las TICs se está acentuando en las sociedades y por ello desde el discurso presidencial, hasta los esfuerzos privados, dan cuenta de una preocupación central por lograr el desarrollo tecnológico en la región y reducir sustancialmente la brecha entre los “tecno ricos” y los “tecno pobres”.
Como aprendizajes de países cuya política gubernamental está ampliamente enfocada al desarrollo de polos tecnológicos, como lo es el caso de Chile, podemos rescatar las perspectivas que priman en dichas estrategias. Estos enfoques, si bien son referentes para la región, deben ser analizados críticamente, para incorporarlos a los distintos países y realidades, de acuerdo a las reales necesidades locales, como podría ser el caso de Ecuador.
Por un lado, nos encontramos con la concepción de que el desarrollo tecnológico sería esencialmente producto de la masificación de las conexiones de Internet y el acceso a los computadores, desconociendo que subyacen fenómenos sociales y de carácter cultural que matizan estas políticas. Este enfoque tendría como eje para el desarrollo el acceso a las TICS, es decir, masificar la inversión en infraestructura tecnológica, incentivando a los privados a invertir en este sector. Una de las críticas principales a este enfoque es que si bien permite mas acceso, no necesariamente genera un “mejor” uso de las TICS, ya que no considera lo que se ha denominado la “apropiación tecnológica” o el uso con sentido de las tecnologías, fenómenos que pasan mas por los usos sociales que se les dan a las TICs, que por el mero acceso a estos.
También están las estrategias enfocadas a reforzar el denominado gobierno electrónico, cuya base se encuentra en la transparencia de procesos, tales como licitaciones, adjudicación de proyectos, compras de materiales, el hecho de hacer mas fluida la comunicación entre los ciudadanos y los entes gubernamentales o automatizar el voto. Esta perspectiva del gobierno electrónico reduce la relación gobierno – ciudadano a una mera relación transaccional, teniendo como desafío el lograr realmente un fortalecimiento de la ciudadanía y una mayor participación de esta en los asuntos de carácter público. Cabe recalcar que las iniciativas de gobierno electrónico buscan transparentar procesos, justamente por la historia política de los países en A. Latina, en donde la corrupción y el desvío de recursos han sido percibidos por la ciudadanía como los limitantes más importantes para el desarrollo de la región. Sin embargo, no podemos reducir la relación de la ciudadanía con el gobierno, desde un rol meramente fiscalizador, sino que las nuevas tecnologías deben, además de lo mencionado anteriormente, potenciar las capacidades participativas de la ciudadanía y la toma de decisiones en escenarios que tradicionalmente les han sido ajenos como son los públicos o gubernamentales.
Finalmente, y no menos importante otro de los ejes en torno al uso de las nuevas tecnologías para el desarrollo social, se basa en la necesidad de alfabetizar digitalmente a las personas. Esta mirada de la alfabetización centra su acción en el mero hecho de “habilitar” o entregar herramientas concretas a las personas, como el caso de softwares, manejo de la computadora, etc. Sin embargo, esta visión vuelve a pecar de reduccionista al desconocer, la perspectiva de lo que se ha denominado como “inclusión digital”, es decir el desarrollo de habilidades y apropiación, para la incorporación de las TICs en la vida cotidiana. La mayoría de programas de alfabetización digital, basan sus estrategias en la entrega de contenidos técnicos, en la preparación para el uso básicos de la tecnología, sin embargo, son muy pocas las iniciativas que contemplan la contextualización de estos contenidos con las realidades locales, el desarrollo de temas relevantes para la comunidad y aquí radica el gran desafío para la mayoría de iniciativas. La inclusión digital demanda aplicar las tecnologías a procesos que contribuyan en las comunidades al fortalecimiento de sus actividades económicas, de sus capacidades de organización y de su nivel de educación, así como la auto estima de los integrantes, las comunicaciones con otros grupos, sus entidades al servicio local y sobretodo el mejoramiento de su calidad de vida.
La experiencia de mas de siete años en once países que tiene el Comité para la Democratización de la Informática en el mundo, nos ha permitido observar y reflexionar sobre esta temática. Algunos alcances que se han desprendido de nuestras investigaciones nos llevan a centrar las acciones en los procesos de apropiación tecnológica, mas que en el mero acceso a estas. Las iniciativas de promoción de inclusión digital deben estar por lo tanto directamente relacionadas a motivaciones y capacidades para utilizar las TIC de forma crítica y emprendedora, logrando así el desarrollo personal y comunitario. La idea es que apropiándose de estos nuevos conocimientos y herramientas, los individuos pueden desarrollar una conciencia histórica, política y ética asociada a una acción de transformación social, al mismo tiempo que se fortalecen y capacitan profesionalmente. De esta forma estaremos frente a personas incluidas socialmente y partícipes de los beneficios que la sociedad les ofrece.
La brecha que debe preocuparnos es la institucional: sin instituciones depuradas y reducidas no vamos a integrarnos al mundo; eso no se arregla con planes políticos de poner computadoras e internet en las escuelas, porque siempre vamos a estar un paso atrás y recibiendo sobras o dádivas via ONG’s. La brecha sigue siendo en la capacidad de desarrollar, no en medirse en la posesión o uso de objetos informáticos o similares. Los países ahora desarrollados contaron con instituciones pro-mercado y dejaron de ser incultos, insalubres y pobres. La clave es el sistema social, no tal o cual brecha específica.
Por cierto, hay otra brecha abriéndose en el mundo, y también se debe a las instituciones (y la mentalidad que las apoya):
http://www.aipenet.com/articulo_semanal.asp?Articulo_Id=1638
En el Ecuador estamos llenos de brechas, de eso no cabe duda. Unas más sencillas de cerrar, otras más complicadas. Pero como a la hora del hambre no hay pan que sepa mal, no podemos darnos el lujo de la soberbia que desprecie soluciones a cualquiera de estas múltiples brechas. Habrá que destinar esfuerzos conmensurados con la gravedad de cada una, pero no les hagamos caras feas a quienes ofrecen ideas constructivas de cambio.
Más bien en ese sentido me parecen bien interesantes las dos ideas que plantea Anita en sus artículos: 1) si vamos a extender la disponibilidad de recursos informáticos no nos olvidemos de enseñar como aprovecharlos, y 2) coordinemos esfuerzos entre los diferentes sectores de la sociedad para potenciar la innovación. De hecho resulta atractivo que buena parte de estas ideas se podría implementar de manera relativamente sencilla – a diferencia de muchas de las que discutimos en esta página que para implementarlas se necesitaría una reforma constitucional!
Oportunidades sencillas de cambio abundan en el Ecuador pero no son tan fáciles de precisar. Bien por quienes a diferencia del resto del país han tenido la capacidad de identificarlas, y están haciendo algo al respecto. Ellos hacen una diferencia hoy; ¿estamos haciendo lo mismo nosotros? Las ideas grandiosas no son más que eso, ideas, mientras no se implementen. En el Ecuador necesitamos realidades: grandes y pequeñas.
Solo 2 comentarios
1. Justamente el articulo trata de no tener una mirada «reduccionista» del tema de las tecnologias, entregar computadores como locos, es quizas la medida menos adecuada para reducir la brecha digital. En el articulo se desarrollan los puntos de las otras medidas paralelas que hay que tomar.
2. Plantear las brechas como escalas de prioridades y por lo tanto pensar el desarrollo como un proceso de etapas y no como algo mas integral, da cuenta de la urgencia y ahogamiento que tiene el discurso socio-politico en nuestro pais. Tener una vision mas alla, menos de corto plazo y sobretodo de desarrollo sustentable en el tiempo implica entre otras cosas, o variables considerar los nuevos procesos que estamos viviendo, como el de masificacion de las TICS.
Acaso la pobreza se supera solo con ingresos?, estudios demuestran que precisamente a mayor ingreso no necesariamente mejor «inclusion» social. QUe aprendemos de esto, pues justamente el caso de Chile, cuya economia es envidiable pero mantiene unos indicadores preocupantes de desigualdad. Por lo tanto me parece muy reduccinista plantear que hay «otras» brechas «mas» importantes, cuando claramente esa no es la discusion.
Paralelamente a las medidas para generar mejores ingresos, hay que trabajar por el acceso a ls TICS, pero un acceso con «sentido» que permita REALMENTE a las personas utilizar las TICS como mecanismos de participacion, de fortalecimiento ciudadano, como lo estamos haciendo hoy a través de esta pagina.
Con respecto al tema de la desigualdad en Chile no vivo allá ni he estado, pero tengo contactos con gente que hace análisis en Chile. Libertad y Desarrollo publicó un libro muy interesante que precisamente desmitifica esto de que están peor que antes con las reformas económicas y que la desigualdad sigue siendo precoupante. El libro analiza como han mejorado (es decir hay menos pobreza) los índices de pobreza con las reformas económicas. En economía es importante no tanto el gap entre ricos y pobres si no mas bien como están mejor los que menos tienen. Imaginense echarle la culpa a los mas ricos porque aumentan su riqueza personal y por lo tanto aumentan el gap entre ricos y pobres, como que si la riqueza de los ricos es producto de la pobreza de los que menos tienen. Este concepto de la riqueza es producto de la pobreza de otros tiene su base en las ideas de Marx y su concepción absurda (y falsa) de la explotación del proletariado por parte de los burgueses explotadores. Aunque el concepto del gap no tiene mención alguna a las teorías de Marx es evidente la intrínseca conección entre ambos conceptos si uno conoce que es lo que decía Marx y estudia un poco las teorías del desarrollo.
Lo que debe de preocuparnos es como hacemos para que los mas pobres sean menos pobres, no que tan millonarios se han hecho los ricos. Aunque el comentario es de Chile creo que la aclaración es válida en el contexto de Ecuador, como hacemos para que los mas pobres sean menos pobres y los más ricos sean mas ricos. Por cierto el link a artículos sobre el tema en Chile por si lo quieren leer mas es: http://www.lyd.cl/noticias/pobreza02/pobreza.html y
http://www.lyd.cl/programas/social.html
Bueno, yo si vivo en Chile y conozco el debate que sobre pobreza y desigualdad se ha generado ultimamente (y ha agarrado tanta fuerza electoralmente que RN, partido de derecha proximo a LyD, tambien la quiere meter dentro de su discurso para las proximas elecciones presidenciales). Con respecto al tema de la pobreza existe un consenso general, tanto en el mundo academico como politico, de que gran parte de su disminucion se debe al crecimiento economico fruto de unas reformas economicas totalmente necesarias, pero parece que no les esta empezando a gustar su distribucion actual del ingreso (si no se considera al 5% mas rico de la poblacion, el 95% restante presenta una distribucion casi igual del ingreso. Encuesta CASEN. Y esto es catalogado como una «verguenza nacional»). Entonces lo que tengo entendido que quieren hacer tanto los de la concertacion como los de la derecha, no se como, es tratar de mejorar la distribucion actual sin matar la gallina de los huevos de oro (el crecimiento) que les permitara reducir aun mas la pobreza. Habra que ver a donde disparan los discursos presidenciales, mas noticias en Marzo 2005.